Existe una tradición que se niega a desaparecer, una tradición hasta la que cada año acuden cientos de visitantes y que sus habitantes han sabido mantener y transmitir de generación en generación, es el popular Ramo de frutas que se realiza en el pueblo gomero de Arure. La Virgen de La Salud y San Salvador son los dos santos para los cuales se prepara tal homenaje. Durante varios días Conchita Trujillo, María Rosa Ramos y Chano Santos, junto a otros vecinos, son los encargados de buscar la mejor fruta de temporada para su confección, en la que de forma instantánea se capta la perfecta combinación de colores, junto a la alegría y el entusiasmo que ellos mismos transmiten, no solo cuando lo diseñan, si no también al hablar de una costumbre tan popular, dentro como fuera de la isla.
“Conchita Trujillo, María Rosa Ramos y Chano Santos, junto a otros vecinos, son los encargados de buscar la mejor fruta”
Evolución del ramo
Aunque comenzó siendo un ramo más pequeño, con el paso de los años su tamaño ha aumentado, pero su esencia se sigue manteniendo, ya que acudir a Arure en sus días de fiestas es sinónimo de casas engalanadas, de calles vestidas para la ocasión y de vecinos que se reúnen con una finalidad, preparar un año más el ramo que una vez acabado llevarán hasta la iglesia al ritmo de chácaras y tambores.
Lo cierto es que desde pequeña en cada procesión siempre sentí la curiosidad por saber cómo se mantenía y pensaba que las personas encargadas de esta labor debían de tener mucha paciencia y también experiencia. No me equivoqué, porque Chano Santos o Chano Porro, como así lo conocen en Arure, lleva preparándolo desde hace cincuenta años, hasta el punto que afirma que si se lo propusiera lo podría hacer con los ojos cerrados.
Los tres sienten la misma emoción cuando hacen referencia a lo que denominan un “verdadero tesoro con identidad”, del cual también han creado múltiples versos, Cuando hablan de El Ramo tiene su historia y yo me la sé de memoria, o El Ramo es nuestra bandera, artesanía gomera, recita Chano Santos. Con el mismo entusiasmo con el que componen estos cantares, también han acudido a múltiples lugares como la Feria de Artesanía de Pinolere en la que han mostrado una parte importante de la historia de Arure.
Tradición de un pueblo
- Chano, esta es una tradición que ya veía desde que era un niño a sus padres y abuelos.
- Yo recuerdo desde muy pequeñito que mi abuelo llevaba esto del ramo y todos los años cuando lo iba a hacer me iba con él para ver como lo preparaba, ya que después alguna golosina me daba, como un racimo de uvas (ríe). Los vecinos hacían sus promesas, vinculadas a la salud, al trabajo y entonces decidían confeccionar el ramo al siguiente año.
Una vez acabado, se hace lo mismo que en la actualidad, llevarlo a la plaza acompañado de unos cuantos tambores para presentárselo a la virgen. Finalmente, la persona que se comprometía a hacerlo al año siguiente era la que se quedaba con el ramo de ese año, y por tanto, quien degustaba esa fruta fresca.
- Chano. ¿En qué aspectos ha cambiado esta tradición?
- Hoy día ha cambiado bastante porque el ramo que se hace es mayor y la gente ya no se apunta tanto para hacerlo como antes. Yo llegué a tener una lista donde los vecinos se inscribían y había que esperar más de veinte años para poderlo elaborar.
Cuando yo era chico se hacía en una casa, sin embargo, ahora ya tenemos nuestra propia Asociación y lo hacemos en un salón adecuado que tenemos para ello. Afortunadamente, en la actualidad es más sencillo conseguir toda la fruta que se le coloca, pero en otros tiempos mi abuelo se iba con su burro a Vallehermoso a buscar los plátanos, a Tuguluche a por los higos de leche y a Valle Gran Rey, a por las mangas, de cada zona se traía algo. Así era como se creaba El Ramo de Arure.
Por otro lado, ya no se hacen tantas promesas como antes y si no hay quien se ofrezca, tampoco habrá quien lo recoja, por lo que a veces lo hemos llevado a la residencia de mayores de Valle Gran Rey.
Más visitas
- Conchita, es una fiesta que congrega cada año a un mayor número de personas. ¿Qué supone este hecho?
Es un claro reflejo donde se ve que el pueblo trabaja para mantener la tradición y que a su vez, tanto el Ayuntamiento, como el Cabildo, y demás instituciones nos ayudan para que se siga conservando. A mi me anima mucho, incluso se apuntan para colaborar a la hora de comprar la fruta, así como del brindis, que es un picoteo que hacemos tras la procesión.
Hay muchas personas que vienen y además de sacar fotos para llevarse de recuerdo, preguntan por esta tradición y por como se realiza. A mí esto me llena de felicidad, porque significa interés en lo nuestro por parte de los que llegan a Arure.
Proceso del ramo
- Chano. ¿Cuáles son los diversos pasos que se deben seguir para elaborar el ramo?
- En torno a 20 días antes me encargo de coger los juncos para que se sequen, pues sirven para atar la fruta, que por cierto, aquí colaboran los vecinos, porque entregan lo que tienen y lo que producen en sus fincas. La fruta se reúne el día 15 y el mismo día 16 de agosto, lo hacemos. Una vez que ya la base está preparada, se enhebran todas las piezas y de eso se encarga María Rosa porque es muy rápida (ríen).
“En torno a 20 días antes me encargo de coger los juncos para que se sequen, pues sirven para atar la fruta”, aclara Chano Santos
Nos gustaría que los jóvenes se acercaran, para que aprendieran, aunque el ramo desde luego no se va a dejar de hacer nunca, mientras nosotros vivamos, forma parte de la identidad del pueblo, además, nos mantiene muy unidos. Hay que poner voluntad y mucho interés para que siga siendo una parte de nosotros.
- Chano, ¿Qué significaría para la Asociación del Ramo que este fuera declarado Bien de Interés Cultural (BIC)?
- Sería todo un orgullo para nosotros. En este sentido, ya nos sentimos muy apoyados por el pueblo. Si yo lograra poder ver eso antes de fallecer, creo que cantaría un verso que dice así si muero mañana, que no me pongan luto, porque me muero con todo mi gusto.
- María Rosa, ¿Cómo se debe llevar este Ramo? ¿Su tamaño siempre ha sido el mismo? Ramo? ¿
- Pues se suele llevar entre cuatro personas y la gente se va turnando. Cuando no hay quien lo traslade, se puede llevar en una pequeña carretilla adornada, pero la verdad que es mejor cuando se carga entre vecinos, mucho más bonito. Para nosotros en el pueblo es una fecha muy especial, preparamos y organizamos todo con un gran entusiasmo, y como siempre aclaro, esto hay que vivirlo para poder entenderlo.
El ramo puede variar en función del año, pero suele pesar en torno a 60 kilos. Comenzó siendo un ramo más pequeño, con el paso de los años su tamaño ha ido aumentado
Antes este ramo se sostenía en la caña dulce, pero claro, siempre el tamaño podía variar, hasta que un año salió más grande y casi no podía cargarse, había que tener mucho cuidado de que no se partiera. Lo mejor fue crear una base para que siempre fuera igual, es más cómodo de esta forma porque hablamos de en torno a 60 kilos de fruta que deben quedar colocadas perfectamente, evitando dejar espacios vacíos.