La directora del Instituto Canario de Igualdad (ICI), Kika Fumero, ha presentado este jueves los principales resultados de la encuesta Violencia estética: una aproximación a la experiencia de violencia estética y gordofobia de las mujeres en Canarias, realizada mediante encuestas de forma presencial a 2.475 mujeres residentes en las islas con el objetivo de conocer de qué manera afecta a la salud de las mujeres los cánones de belleza que impone la sociedad.
Entre los principales resultados, Fumero destacó que el 97,3% de las mujeres señaló que sufre presión estética para cumplir un canon de belleza, mientras que solo el 1% aseguraron amar su cuerpo. “Son datos bastante aterradores”, lamentó Fumero.
La directora del ICI también destacó que el 82,2% de las mujeres entrevistadas manifestó que cambiaría algo de su cuerpo, y el 71% cambiaría su peso, concretamente. “A pesar de todos los riesgos que entraña para la salud la realización de dietas, siete de cada diez mujeres aseguró que al menos había hecho una dieta para perder peso, y algo más grave, el 53% las realizó siendo niña o adolescente”, añadió
Más de la mitad de las mujeres que habían hecho dieta confirmaron que lo hicieron de niña o adolescente; un 30% la realizó entre los 18 y los 25 años; un 12% de los 26 a los 40; y un 5% después de los 40 años.
Fumero enumeró los tres motivos principales para hacer dieta: la recomendación médica (un 32%), la presión familiar (30%) y las redes sociales, revistas y medios de comunicación en general (18%). Otros motivos declarados por las encuestadas son la presión social de amistades, el acoso escolar, la presión en entornos deportivos, embarazo, menopausia y cuestiones estrictamente relacionadas con la salud, como pueden ser diabetes, hipertensión, problemas en la piel, hipotiroidismo e intolerancias alimenticias.
La directora contextualizó que el término violencia estética lo acuñó la socióloga Esther Pineda para hacer referencia a una nueva forma de violencia contra las mujeres que constituye, según la investigadora, “una violencia de orden psicológico, pero que tendrá efecto en el aspecto físico de las mujeres, es decir, impacta en su subjetividad, pero también en sus cuerpos, en una sociedad que establece la belleza como elemento constitutivo de la identidad y valoración femenina”.
Trastornos de Conducta Alimentaria
Del total de mujeres, el 17% aseguraron tener un Trastorno de Conducta Alimentaria (TCA) y un 6% dudaban al responder porque estaban en proceso de ser diagnosticadas o porque decían reconocer la sintomatología en ellas pero no se atrevían a pedir ayuda, a contarlo o pedir un diagnóstico. La gran mayoría que lo reconocía tenían entre 18 y 30 años.
En cuanto a los motivos, las mujeres remitieron a la presión social, lo comentarios ajenos sobre sus cuerpos y, en menor medida, por acoso escolar, la familia, problemas de estrés, ansiedad, presión médica o su participación en deportes, gimnasios y danza clásica.
Discriminaciones por el aspecto
El 60% de las mujeres encuestadas declaró haber sufrido discriminación por su aspecto y la gran mayoría (1.022) por gordofobia. Unas 121 mujeres afirmaron haber sufrido discriminación por su color de piel; 215 por su edad y 475 por su forma de vestir. Asimismo, algunas añadieron otros factores de discriminación por aspecto como la discapacidad, el vello corporal y facial, el aspecto de los dientes, la nariz y la altura.
La gran mayoría de las discriminaciones las ubicaron en los centros educativos (810), el espacio público (669) y la familia (559), seguido de la consulta médica (489), el empleo (331), las parejas (284), las redes sociales (158) y las amistades o el entorno social (31).
Las encuestas
La encuesta fue realizada de forma presencial en las ocho islas y de forma online, a través de redes sociales, WhatsApp y a través de flyers repartidos en las calles, entre el 9 de febrero y el 10 de marzo. En total se recogieron datos de 2.894 personas, pero fueron descartadas 99 recibidas online, debido a distintos fallos (género no identificable, respuestas desde fuera de Canarias) y otras 320 que eran de hombres, por lo que se analizaron 2.475 respuestas de mujeres residentes en las islas.
Por edades, el 5% eran menores de 18 años, el 22% tenían entre 18 y 23 años, el 40% de 31 a 45 años, el 25% de 46 a 60 años, y el 7% fueron personas mayores de 60 años.
La encuesta se componía de 26 preguntas que abarcaron características personales para perfilar a la población, preguntas en torno a la experiencia corporal individual, así como en torno al empleo, la salud, el deporte, la discriminación y los trastornos de la conducta alimentaria.