Diego, el joven acusado falsamente de abusar, maltratar y matar a su hijastra Aitana Rubio en noviembre pasado, se querellará este lunes contra el médico pediatra de El Mojón (el servicio de urgencias de Arona), Juan José A., por imprudencia profesional grave, daños psicológicos graves y falsedad de documento oficial. También se querellará contra los tres médicos pediatras que atendieron a la niña en el Hospital de La Candelaria por falsedad documental. La Consejería de Sanidad sería responsable civil subsidiaria.
El asunto no acaba aquí. El abogado de Diego, Plácido Alonso Peña, prepara una batería de nuevas querellas. Las dos siguientes serán contra la Guardia Civil de Playa de Las Américas, la Policía Local de Arona y el mismo Ministerio del Interior, esta vez por maltrato psicológico y delitos contra la intimidad.
La tercera será para una decena de medios de comunicación, por injurias, ya que mantuvieron la falsa acusación de violación y homicidio pese a que ya había pruebas forenses que la desmontaban. Entre otros, y según la querella que prepara el letrado, estarían ABC, Onda Cero y Efe, además de medios locales.
Diego Pastrana fue acusado de abusar, maltratar y matar a Aitana, una niña de tres años, hija de su compañera sentimental. Ocurrió el 21 de noviembre del pasado año en una vivienda de Costa del Silencio.
La niña se dio un golpe al caer de un columpio el 21 de noviembre, sábado, pero el médico de asistencia primaria que le asistió en Los Isidros le restó importancia. Tres días después, Diego llevó a Aitana al centro médico de urgencias de El Mojón (Arona) porque la niña estaba mal, y el pediatra de guardia, el único adjudicado a ese centro, activó un protocolo de malos de tratos que condujo a la detención de Diego.
Un error tras otro
Se le acusaba de autor de un presunto homicidio, maltrato y abuso, ya que el médico Juan José A. describió un desgarro vaginal, que luego resulto ser un desgarro del meso intestinal del que los forenses negaron cualquier origen de abuso sexual. Diego fue víctima de una crucifixión mediática, tanto que él y su pareja se mudaron de Tenerife a Madrid, después de que el asunto transcendiera fronteras.
En su parte médico, y según consta en la querella, Juan José A. diagnosticó quemaduras en el cuerpo de la niña “como de cigarrillo”, compatibles con un cuadro de maltrato, además de hematomas de diverso origen, según consta en la querella.
Aitana entró en el centro El Mojón en parada cardiorrespiratoria pero sufrió una parada más conforme iba al Hospital de La Candelaria y la tercera ya en el hospital. La autopsia, sin embargo reveló que no había sufridos malos tratos, que tenía un coágulo en la cabeza no diagnosticado fruto de una caída y que las aparentes quemaduras eran marcas producidas por una alergia.
Diego fue detenido en el mismo centro médico de El Mojón. Estuvo cinco en la Comisaría de Playa de las Américas hasta que el juez del juzgado de Instrucción 7 de Arona, Nelsón Frías, en el que recayó el caso, dicto un auto por el que se decretaba la libertad incondicional de Diego y se le retiraban los cargos en su contra, pero entre medias sufrió un vapuleo por varios medios de comunicación que, según el abogado, le han afectado gravemente.
Condenas suaves
Plácido Alonso Peña es consciente de que las condenas por la vía penal que se pueden imponer a los presuntos culpables son leves, si acaso un año de cárcel, pero según ha afirmado a este periódico, lo que busca es la inhabilitación profesional de sus acusados, que calcula entre seis y ocho años. Les culpa “no ya de la muerte de Aitana, sino del daño hecho a mi cliente”.
“Son condenas suaves en lo que se refiere a la prisión, pero yo lo que es busco un castigo moral más severo, que es la inhabilitación profesional”, matiza.