Activistas de Canarias contra el genocidio en Palestina han realizado este viernes por la noche una acción simbólica de protesta contra la “banca armada”. Han quemado banderas sionistas y de EEUU en las fachadas del BBVA, Banco Santander y Caixabank en la calle Triana de la Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.
Los activistas han colocado en sus puertas carteles con el siguiente contenido: “Este Banco financia con tu dinero el genocidio en Gaza y Líbano”.
Por “Banca armada” los activistas señalan que se entiende “la inyección de recursos económicos que hacen entidades financieras a las empresas que venden al ejército israelí armas que luego son utilizadas en Gaza y en el resto de los territorios palestinos, financiando así este crimen contra la humanidad de forma sistemática, llegando a constituir un crimen de genocidio tal y como lo califica el Tribunal Penal Internacional”.
Además, insisten en que los bancos españoles han financiado con 4.188 millones de dólares la producción de armamento para el genocidio de Gaza y que “Banco Santander y BBVA son los dos bancos que aglutinan la mayor parte de esta financiación”.
“Los sionistas han lanzado casi 70.000 toneladas de explosivos, el equivalente a unos 35 kilos de explosivo por habitante de Gaza, con los que, además de causar miles de muertos y heridos, ha destruido o dañado todas las universidades y la mayoría de viviendas y hospitales, todas las infraestructuras básicas de la franja, y ha provocado el desplazamiento forzado del 90% de la población”, denuncian los activistas en un comunicado.
Así mismo apuntan que un informe del Centre Delàs revela que una docena de entidades financieras españolas han concedido créditos o invertido parte de sus fondos en siete empresas (cinco de EEUU, una italiana y dos alemanas) que suministran armas y munición a Israel. “Son empresas que han suministrado al estado sionista armamento, utilizado en gran parte, en la masacre de Gaza y Cisjordania, Líbano, Siria y Yemen, donde en menos de un año han muerto más de 40.000 palestinos, han resultado 93.000 personas heridas y han destruido casi la totalidad de su hábitat”, remarcan.
“Los grandes inversores, liderados por entidades estadounidenses y europeas, respaldan masivamente a la industria armamentística, demostrando que las instituciones financieras son una pata principal del ciclo económico militar que permite que sigan existiendo conflictos armados y violaciones de derechos humanos por todo el mundo”, concluyen.