La Cumbre contra el fuego impulsada por la organización de agricultores y ganaderos COAG de Canarias pretende generar un movimiento ciudadano desde el mundo rural a favor de la defensa de los bosques de Gran Canaria, su patrimonio natural y la agricultura y ganadería tradicional. El movimiento, que ha nacido tras los incendios forestales de este agosto, ha reunido a representantes de la sociedad civil (agricultores y ganaderos, ecologistas, profesionales forestales y de la restauración) con el Gobierno canario y el Cabildo insular.
El presidente de COAG, Rafael Hernández, ha explicado que trabajan sobre cuatro ejes, desde el agua a la gestión del territorio, flexibilizando las normas que regulan el uso de los espacios forestales para que sean aprovechados por el sector primario. También ha reclamado que se valore los productos de la cumbre de la Isla -habrá iniciativas de cadenas de supermercados para que la ciudadanía ayude a esta zona de la Isla- y que se revierta el éxodo de la gente del campo, para que se pueda vivir ahí, ganarse la vida y contribuir con la tarea de mantener el medio natural.
“Vender las ciruelas o las almendras de Tejeda a un precio que pague el trabajo de cogerla precisa acuerdos con las cadenas de supermercados o el hecho de que nuestros quesos, que ganan en todas las ferias mundiales, tengan un precio que dé para mantener los animales y la familia del pastor son la manera más eficaz para que la gente se quede en el campo”, ha subrayado. En su opinión, las ayudas “están bien y son necesarias”, pero esa riqueza gastronómica “compite con el queso subvencionado que viene de fuera de las Islas, con 450 euros la tonelada. Algo hay que arreglar y nosotros lo queremos hacer por la vía del acuerdo”.
Sobre el agua, COAG recuerda que hay una herramienta jurídica que solo se han usado una vez en la Isla, en 1999, con un gran movimiento de agricultores, que aplicó el artículo 107 de la Ley de Agua: la declaración de emergencia hidráulica. Este colectivo de agricultores registrará este jueves en el Consejo Insular de Aguas la celebración de una junta general para que se declare la Emergencia Hidráulica por los incendios en la corona central de Gran Canaria, por encima de la cota 600 metros. “Es una herramienta jurídica y lo que hay que tener es coraje, valor y la fuerza política de aplicarla”, ha añadido.
Por su parte, el presidente de la unión de asociaciones de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, Cristóbal Sánchez, ha defendido que la situación de Gran Canaria “es insostenible”, con varios cuellos de botella a solucionar con “urgencia”, ya que el nivel freático está en los 700 metros al haberse extraído dos tercios de su agua subterránea en poco más de 60 años.
“En la costa hay desaladoras paradas”, ha recordado Sánchez, quien reclama solucionar “el gran problema de desertificación de Gran Canaria, que la produce los grandes incendios”. A su juicio, hay que completar un plan de balsas en la cumbre e impulsar el agua de las depuradoras o desaladoras hasta allí.
“Hay medios tecnológicos y recursos económicos para hacerlo, y nosotros elaboramos desde hace meses el Plan Trasierra, la parte de la Isla que no se ve, a diez años para solucionar el problema desde la emergencia hidrológica”, ha incidido. Sánchez entiende que hay que gestionar el territorio de otra forma, con cambio de normativas para que no se repitan los incendios que, en los últimos años, “ya han quemado más de 32.000 hectáreas”.
Eugenio Reyes, portavoz de la Federación Ecologista Canaria-Ben Magec, ha destacado que este miércoles se abre “una oportunidad” porque de las cenizas “hay que construir esperanzas”.
“Hay propuestas interesantes desde planes de regadíos periforestales -para que el incendios no se introduzcan en el bosque-, a una nueva cultura para que la ciudadanía con sus estómagos sea también un bombero consumiendo productos agropecuarios de la tierra”, ha indicado.
Reyes ha reconocido que se ha llorado no solo por los incendios, sino por los errores cometidos, como “cerrar el Cabildo la central lechera”, ya que “hoy sabemos que son las cabras y las vacas los grandes bomberos”, por lo que ha abogado por “recuperar políticas de apoyo agrario y que la cesta de la compra también sea una estrategia antiincendio con productos de la Isla”.
A su juicio, los incendios se producen en los sistemas inmaduros, matorrales en sistemas agrícolas abandonados, ya que “no existe un problema en la gestión de los bosques” de la cumbre grancanaria.
“Hay dos estrategias para afrontarlo: reducir la masa a base de una limpieza o la restauración de hábitats estables con políticas de integración, incorporando flora endémica y luchando contra las especies invasoras, como caña común, pita o rabo de gato”, ha dicho.
Subraya asimismo que no hay problemas para recoger pinocha en los pinares de la Isla y que él mismo la usa. “Hay un mito de que no se puede hacer, pero la única condición es que se tiene que cogerse en un monte público”, ha comentado. Reyes ha pedido también una ventanilla única y oficinas de cercanía para que el medio agrario pueda realizar todos sus trámites y que no se tenga que hacer un recorriendo por los patrimonios Histórico o de la Humanidad, la Reserva de la Biosfera o por Carreteras.