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La otra cara del bilingüismo ‘exprés’ del que presume Coalición Canaria

Hablar idiomas sigue siendo un objetivo pendiente en Canarias. Es palpable la necesidad de realizar un esfuerzo desde el Gobierno para mejorar las competencias del alumnado canario en lenguas extranjeras, ya que los indicadores sitúan a esta comunidad continuamente a la cola. Sin embargo, los estudiantes de la escuela pública canaria continúan arrastrando otros problemas más graves, como las tasas de repetidores o el suspenso en otras competencias claves, algo que viene condicionado por la situación socioeconómica de sus familias, como ya reflejó el último informe PISA. De hecho, es la comunidad con mayor tasa de pobreza infantil (41,6%), según Unicef. Lejos de zanjar estas carencias, el Gobierno sigue sin destinar los recursos adecuados a Educación.

El Archipiélago aún está lejos de ese 5% que debe destinarse por ley y, sin embargo, el Ejecutivo de CC intenta introducir con calzador un modelo de bilingüismo exprés que no contenta a gran parte de la comunidad educativa y que se refleja en detalles como la no renovación del contrato a cinco profesores de la Escuela Oficial de Idiomas Online, que se quedan en la calle. Expertos en esta área temen que la mala planificación esté generando una especie de “analfabetismo multilingüe” en el alumnado y que se estén “chapurreando” idiomas, pero no cubriendo otras carencias del alumnado.

Para ponerse al ritmo de otras comunidades autónomas, Canarias ha ido implementando distintos programas de bilingüismo en la escuela pública, siguiendo con retraso las directrices europeas. Actualmente, se encuentra vigente el PILE (Plan de Impulso a las Lenguas extranjeras), que se trabaja en 14 centros de las Islas como proyecto piloto. Mientras los recursos no aumentan, el presidente del Gobierno anunciaba hace apenas dos años su plan de conseguir “un Archipiélago multilingüe” que espera terminar de implantar en el año 2031. El proyecto supone que docentes de especialidades distintas al Inglés destinen unas horas semanales de su horario para impartir su materia en ese idioma. Sin embargo, los docentes, en la actualidad no cuentan con suficientes métodos para impartirlo. Hay expertos que abogan por que se contrate a licenciados en lenguas extranjeras haciendo desdoblamientos en las clases para ayudar al profesor de cada materia. Sin embargo, quienes no dominan esta lengua extranjera se ven saturados haciendo lo imposible por conseguir la titulación. Un proyecto que, de continuar en el futuro, se teme que pueda pasar factura a los profesores que no dominen otras lenguas, a pesar de ser buen profesional en su materia.

Una forma de “facilitar” la obtención en un título en lenguas extranjeras es la Escuela Oficial de Idiomas Online. Está pensada para docentes a quienes se les ofrecen cursos intensivos a través de una plataforma digital. Este año se  espera una oleada de bajas después de que la Consejería haya anunciado que no renovará el contrato de cinco profesores que finalizan en enero. Los cinco fueron contratados a través de una oferta web en agosto, a la que optaron porque en principio se anunciaba que sería para ocupar una plaza todo el curso. Sin embargo, al poco tiempo -señalan-, se cambiaron las bases y Educación condicionó su continuidad a que no se produjeran bajas durante el curso.

La consejería defiende que este año se ha realizado una gran apuesta por la Escuela de Idiomas Online ya que el curso pasado fueron contratadas 14 personas y este año se incorporaron a cinco más desde el inicio con contrato hasta enero. Fuentes de Educación han señalado a este periódico que no se trata de un “cese” y que el motivo de no contar con estas personas para el próximo semestre se fundamenta en que en noviembre el equipo de idiomas constató que “parte del alumnado” estaba dejando de acceder a la plataforma online. Desde la consejería estiman que el motivo “probable” por el que hay personas que no están accediendo a la plataforma online (sin precisar cuántas bajas han sido) es que este año se han convocado unas oposiciones “muy potentes, de 1.000 plazas, y el alumnado de la Escuela de Idiomas a Distancia lo componen principalmente docentes que estarán dedicándose con más peso a la OPE”.

Emilio Armas, uno de los portavoces del sindicato STEC, señala que lo que realmente está haciendo la Consejería es “un cálculo partidista para intentar ahorrar dinero a costa de lo que sea, sin ser realista”. Explica que hay quienes asisten con menor regularidad a las clases online, pero sí que siguen a distancia las clases y, aunque no se conectan a la hora a la que se transmite la videoconferencia, la pueden ver más tarde grabada. Por tanto, considera que el hecho de no renovarles el contrato se debe meramente a motivos económicos.

La medida está causando malestar en el alumnado, que a finales de enero recibió un correo electrónico en el que se informaba de que se iban a producir cambios en la organización del curso y que, a partir de febrero, estas personas comenzarían sus clases con otro profesor. De momento, no se les ha confirmado de que haya cambios de horarios, pero es algo que no se descarta ya que loa estudiantes tendrán que ser incluidos en las clases de los 14 profesores que sí se mantienen hasta final de curso. Muchos de los docentes, que trabajan en la escuela pública y que son alumnos de estos cursos, cuentan que han tenido que hacer numerosos ajustes para poder compatibilizar los horarios de su curso online. Ahora, temen que no puedan seguir el mismo ritmo con otro docente, que no se tenga en cuenta su trabajo realizado hasta ahora o que se les cambien los horarios, lo que supondría que se tengan que dar de baja.

El alumnado ya ha comenzado a formular quejas individuales y también se está organizando para elevar escritos de forma conjunta a la Dirección Territorial de Educación, a la dirección de la Escuela Oficial de Idiomas… y según comentan varias personas afectadas, se quejarán “donde haga falta”. Creen que es una “injusticia” que sus profesores, que sí que tienen estudiantes que siguen matriculados, se queden en la calle a mitad de curso. La medida afectará también a los profesores que continúan, ya que pueden ver sus cursos saturados y cuyas condiciones de trabajo no son las óptimas: elevadas ratios de alumnos, lugares de trabajo donde ha habido quejas por la improvisación de los espacios y donde consideran que se incumplen algunas medidas de seguridad …

Desde el sindicato STEC, Emilio Armas recuerda que nunca han estado en contra de implantar un modelo de bilingüismo en los colegios públicos. No obstante, cree que las formas no han sido las correctas y que CC lo hace de cara a las elecciones. “No estamos en contra, pero la Consejería no ha partido de un diagnóstico que refleje cuál es la forma más adecuada”. Considera que lo que se está haciendo es imponer en los centros “la lengua extranjera con calzador”. A ello se le suma que el profesorado se está formando fuera de su horario laboral y aun así se lo ponen las cosas más difíciles.

La profesora de alemán y miembro del STEC ha elaborado varios artículos de opinión desde que se anunció el proyecto PILE,  sosteniendo que el bilingüismo se quiere implantar de forma “exprés”, sin partir de un estudio y sin tener en cuenta las condiciones del profesorado y de los estudiantes. “Es necesario combatir el fracaso escolar, las deficiencias en la comprensión lectora, el nivel cultural, lograr mejores resultados académicos, ¿por qué no se replantea el Gobierno si el PILE, tal y como lo entiende y aplica, podría afectar al aprendizaje de los contenidos específicos de materias como Ciencia, Historia o Geografía, escogidas solo a modo de ejemplos?”, ha cuestionado esta profesora.

El maltrato real a la enseñanza de idiomas también se aprecia cada año en las Escuelas Oficiales de Idiomas presenciales. Las islas no capitalinas se ven a final de cada curso con la incertidumbre de si el próximo año se seguirán ofertando estos estudios. También ocurre con lenguas que no son tan aclamadas como el inglés pero que enriquecen la oferta como el árabe o el chino. El año pasado, tras la polémica suscitada tanto por la posible pérdida de un curso de alemán en La Palma como en el caso de árabe en Tenerife, finalmente la consejería se vio obligada a reducir las ratios.