Bonis confiesa haber mentido a la juez como testigo de Cortezo
Agosto de 2009. Julio Bonis, ex consejero del Gobierno de Canarias y amigo personal del promotor de Hoya Pozuelo, Jaime Cortezo, ya ha mantenido el almuerzo que un mes atrás concertó con el empresario imputado por un delito de estafa. “Le voy a decir: oye macho, te he echado un cabo cojonudo porque el auto [de archivo provisional de la causa] hace referencia a mí...”, aseguraba en julio de ese año en una grabación que obra ya en poder de la Justicia por falso testimonio.
![](https://static.eldiario.es/clip/6e319924-443f-4150-81e3-aa5f54634752_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg)
Semanas después, Julio Bonis se reúne de nuevo con sus interlocutores. Y se ofrece sin tapujos a cambiar el sentido de su declaración favorable a Jaime Cortezo en el recurso que se sustancia en la Audiencia Provincial sobre la presunta estafa cometida por Cortezo y su esposa, Elena del Castillo, a la hora de vender los dúplex de Hoya Pozuelo.
“A mí Jaime me llevó para que dijera que yo conocía el problema, y yo dije que no lo recordaba”, se justifica Julio Bonis cuando, con el auto de archivo en la mano, sus interlocutores le recriminan la importancia que da la juez a su declaración para favorecer los intereses de Jaime Cortezo en la querella presentada por un grupo de compradores.
Ya no puede ocultar más su falso testimonio a sus interlocutores y, en esa misma reunión, se ofrece a declarar en el recurso como testigo, en sentido totalmente contrario a su testificación ante la juez de Instrucción 5 de Las Palmas de Gran Canaria: que nunca advirtió a sus interlocutores del “problema administrativo” de derribo que pesaba sobre las viviendas que procedían a comprar. Y por tanto hubo engaño. “Yo no lo sabía”, confiesa.
“Pues mira te voy a decir una cosa. Si en el recurso la abogada pide mi declaración, como he visto que me ha mentido [Cortezo], claramente contad conmigo”, aseguraba Julio Bonis en esta segunda grabación a la que ha tenido acceso CANARIAS AHORA. El contenido más sustancial de la segunda confesión del testigo amañado de Jaime Cortezo es el siguiente:
A.: Julio...vamos a ver...como le dije a la abogada después de tantos papeles, un problema puede haber, pero no un derribo.
J.: ¡Claro...claro! [...]
C: ¿Y qué pasa si vamos a juicio?...Porque tú no puedes mentir [...] Julio, llévate el auto.
J: Yo me llevo el auto, yo dije que no recordaba qué, yo no he dicho nada...o qué te crees...oye.
C: Pues hacen referencia a tí.
J: Sí hacen referencia a mí, pero dice una cosa que yo no dije exactamente...no...dice eso que aunque no recordaba...interpreta la jueza...yo dije lo que dije.
A.: El auto es más duro que tu declaración.
J: A mí Jaime me llevó para que dijera que yo conocía el problema, y yo dije que no lo recordaba. [...]
J.: Pues mira te voy a decir una cosa. Si en el recurso la abogada pide mi declaración, como he visto que me ha mentido claramente contad conmigo.
C.: Sí, sí. Yo se lo digo a la abogada.
J.: Dile que contad conmigo, ya que ha hecho referencia a mí el juez, porque yo he hablado con Jaime, Jaime ahora sí que no me puede decir nada...me ha mentido...[...]
J.: No...no...pero si él tiene razón en una cosa...cómo coño va a comprar [...] si tiene una sentencia de derribo...eso no lo puede conocer...estaría loco...[...]
J.:..si queréis que vaya a declarar...esta vez mi declaración sería otra. [...]
A.: Está claro Julio, sentencia en firme de derribo no recurrible de 28 de febrero del 2003 y nos vende el 1 de julio del 2003.
C.: No lo sabías...
J.: No...yo no lo sabía.[...]
C.: Pues [...] Julio...te ha metido a testificar...has tenido que mentir...para salvarlo y punto.
J.: Y me ha sacado mí, y encima una testificación que probablemente haya sido la más imbécil, no recuerdo, no recuerdo nada, no recuerdo no se qué...y me saca a mí.