Canarias es la primera región española que se adhiere al proyecto de igualdad europeo EQ-Train, por el cuál trabajará conjuntamente con otros países como Austria, Italia, Eslovaquia y la República Checa contra discriminación salarial y para que se iguale el sueldo entre hombres y mujeres, informó este martes el Gobierno de Canarias.
En un comunicado, el Instituto Canario de la Mujer informa de que el proyecto se pondrá en marcha en octubre de este año y se extenderá hasta septiembre de 2010.
Agrega que su objetivo es mejorar los procesos de orientación profesional para mujeres, por medio de campañas de sensibilización, y facilitar a los formadores nuevas herramientas de intervención.
La Unión Europea ya ha notificado al Instituto Canario de la Mujer la aprobación del proyecto EQ-Train, que en el marco de la Iniciativa Comunitaria Lifelong Learning (aprendizaje permanente a lo largo de la vida), fue presentado a la agencia competente en marzo.
El proyecto EQ-Train, añade la nota, quiere adaptar y probar métodos y productos innovadores, desarrollados por los socios participantes, en nuevos colectivos, a los que se les aplicará adaptadas a las nuevas situaciones culturales y regionales.
Las entidades que gestionarán este proyecto en cooperación junto al Instituto Canario de la Mujer son la red de centros de asesoramiento a Mujeres de Austria; el Instituto de Estudios de Género de la República Checa; ASPEKT, Ong dedicada a la pedagogía con enfoque de género en Eslovaquia; y CRAMARS, entidad de formación de la Región Autónoma de Friuli-Venezia-Giulia (Italia).
La directora del Instituto Canario de la Mujer, Isabel de Luis, indica en la nota que las acciones que se desarrollarán pretenden mejorar las condiciones que se les presenta a las mujeres cuando acceden al trabajo “con el fin de contrarrestar las diferencias retributivas en el contexto de la elección y la orientación profesional”.
Agrega que la mayoría de estudios y estadísticas coinciden en afirmar que cuando una mujer decide incorporarse al trabajo o formarse para acceder a él, habitualmente prima las posibilidades de conciliarlo con sus responsabilidades familiares, y “tienen más en cuenta criterios como ser útiles para los demás y encontrar un trabajo que tenga sentido, al propio hecho del salario”.
Los nuevos métodos de orientación profesional, añade de Luis, apuestan cada vez más por aplicar la perspectiva de género, “pero no toman en consideración explícitamente, o no lo suficiente, las consecuencias financieras y las razones más profundas de las decisiones profesionales de mujeres adultas y jóvenes”.
La directora del ICM agrega que como consecuencia de la ejecución de este proyecto se espera “una mejora de la calidad en la orientación y formación profesional, que a su vez podrá contribuir a una reducción de la desigualdad salarial entre mujeres y hombres”.