El 21,32% de la población de Canarias, esto es, 463.247 personas, fue atendida en centros de servicios sociales en 2021, el segundo curso después de que estallara la pandemia. Los datos de la Estadística del Plan Concertado de Prestaciones Básicas de Servicios Sociales vuelven a ilustrar la realidad social que vivió (y sigue viviendo, en cierta forma) el Archipiélago después de la crisis de coronavirus.
Del total de servicios que se prestaron, el 64,37% tuvo que ver con la información y orientación que necesitaban los usuarios que acudían al centro social. El resto, eran relacionados con ayudas para la prevención e inserción (17,12%), las prestaciones económicas (12,05%), el apoyo a la unidad convivencial (4,16%), al domicilio (1,84%) y al alojamiento alternativo (0,29%).
El Instituto Canario de Estadísticas (ISTAC), el organismo encargado de rebotar estas cifras, también detalla el número de usuarios de centros sociales por cada 100 habitantes. En 2021, la tasa fue de 21,32. Es el dato más alto desde que hay cifras, incluso por delante de los registrados durante la peor etapa de la crisis financiera. En 2001, el valor era de solo 11,32 usuarios por cada 100 habitantes.
La financiación del Plan Concertado de Prestaciones Básicas de Servicios Sociales en el Archipiélago en 2021 contó con 93,400 millones de euros, de los cuales el 62,48% provino de los ayuntamientos, el 32,39% del Gobierno de Canarias y el 5,12% del Gobierno de España.
A nivel territorial, si bien es cierto que la mayoría de los municipios del Archipiélago aumentaron el gasto con respecto a antes de la pandemia, varios de ellos no lo hicieron, como Tacoronte, que destinó en 2021 un 21,97% menos que en 2019, Breña Baja (-8,14%), El Rosario (-5,01%), Tazacorte (-2,31%) y Teror (-1,01%), también presentan porcentajes negativos.
El Plan Concertado de Prestaciones Básicas de Servicios Sociales nace en 1988 de la mano del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Se creó para apuntalar la coordinación entre las administraciones del Estado y las comunidades autónomas que han de sostener el Estado del Bienestar. Cada año, el programa se renueva para cofinanciar tres tipos de equipamiento: centros de servicios sociales, albergues y centros de acogida.
En Canarias, la pandemia ha dejado un reguero de datos sociales más que alarmante. A pesar de las buenas cifras del paro y afiliación de trabajadores en la Seguridad Social, los efectos de la crisis sanitaria (que aún persisten) y la invasión de Rusia a Ucrania han multiplicado la figura del “trabajador pobre”, aquel que no llega a fin de mes y debe tirar de ayudas sociales para mantenerse.
“Tanto para las personas que atendemos, como en gastos para Cáritas Diocesana de Canarias, los costes han aumentado en más de un 50% y, en algunos casos concretos, hasta en un 75%”, ha dicho la secretaria general de Cáritas en Canarias, Caya Suárez. “Además de una mayor demanda de ayuda por parte de las personas que vienen a Cáritas, estamos teniendo serios problemas para dar la misma cobertura en todos los servicios por el incremento de los precios”.
Suárez ha agregado que “el aumento de precios está dificultando la adquisición de alimentos, pero también nos afecta la subida de la luz, el agua o el combustible para los desplazamientos”. Como consecuencia, continúa la secretaria general de Cáritas en Canarias, “ha aumentado la demanda de ayuda de las familias y los más vulnerables y, por otro lado, las dificultades para dar respuesta desde Cáritas con los mismos recursos que antes”.
Por otro lado, el director de Cáritas en Tenerife, Juan Rognoni, dijo en COPE que “se está notando que llegan más solicitudes a nuestra organización. El perfil de estas personas sigue siendo el mismo, normalmente es el de una mujer con varios hijos a cargo”. “Lo que se espera es que esto vaya a peor”, ha agregado Rognoni. “Tienen empleo, pero muchas dificultades para llegar a fin de mes, son trabajadores pobres con salarios que no están a la altura de lo que debería ser, por eso les cuesta salir adelante y más con la subida de precios actuales”.
El porcentaje de canarios con mucha dificultad para llegar a fin de mes alcanza el 15,2%, según la última encuesta de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística. Ninguna comunidad se acerca a ese valor, que prácticamente dobla la media estatal (8,8%).