Son las 8.45 horas de la mañana y el tráfico se acumula en la rotonda de la circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria ubicada frente al Hospital Universitario Doctor Negrín. Normalmente la Policía Local se encarga de organizar el tráfico para aliviar las largas colas que se forman en los accesos provenientes de La Minilla, Siete Palmas y los túneles de Julio Luengo. Sin embargo, hace semanas que su presencia resulta más bien pasiva.
El motivo no es otro que una sentencia publicada el 5 de octubre por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de la capital grancanaria, que pone de manifiesto que el Ayuntamiento no tiene la titularidad de la GC-23 que conecta Guanarteme con Lomo Blanco. Dicha resolución radica en la denuncia de un conductor que recurrió una multa de cien euros por exceso de velocidad.
Por lo tanto, la Policía Local no tiene competencias para multar ni para ordenar el tráfico en esta vía, como lo venía haciendo hasta la fecha. Pero los embotellamientos se suceden en todas las vías de acceso o salida de la ciudad a través de la circunvalación y sus ramales.
La GC-23 forma parte de la circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria. Uno de los puntos de la GC-3 donde el embotellamiento mañanero llega a límites considerables cada mañana es la rotonda de acceso a la Universidad, donde un conductor se puso en contacto con el Cuerpo municipal a través de la red social Twitter tras perder la paciencia.
La respuestas de la Policía Local no se hizo esperar y reconoció que no tiene competencias en la materia, aunque haya pasado más de un mes desde de que se hiciera pública la sentencia.
Esto significa que todas las multas interpuestas en la GC-23 que se han abonado al Consistorio son ilegales. Y es que la sanción fue impuesta en 2015 y el caso no llegó a sede judicial hasta 2016.
La hasta ahora directora general de Presidencia y Seguridad del Ayuntamiento, Eulalia Guerra, contradice en declaraciones a Canarias Ahora al autor del mensaje publicado en redes sociales y asegura que en “todas las rotondas” hay presencia de la Guardia Civil, al ser la vía interurbana.
Guerra ha sido cesada de su cargo este jueves para dar cumplimiento a una sentencia judicial que anula su nombramiento, estimando así una denuncia del Partido Popular. “Es cierto que en estas rotondas hay Guardia Civil y la Policía Local pasa de forma frecuente por todas ellas”, sostiene.
Una afirmación que desmienten fuentes de la Benemérita, que advierten de que no hay agentes de tráfico suficientes en el Cuerpo para cubrir toda la circunvalación y la Avenida Marítima. Desde la Delegación del Gobierno confirman que la presencia de los agentes en las rotondas no es permanente y, por lo tanto, no se dedican a dirigir el tráfico, sino que tratan de cubrir el área.
Una gran cantidad de agentes desconocen las competencias de muchas de las vías de Gran Canaria y a pesar de haberlo requerido en diversas ocasiones, la Jefatura Provincial de Tráfico sigue sin aclarar este aspecto. De hecho, un guardia civil mantiene un litigio por sancionar a un conductor en la GC-300, cuando su gestión corresponde al Ayuntamiento.
Guerra asegura que la Administración municipal se reúne periódicamente con la Subdelegación del Gobierno en Las Palmas y la Dirección General de Tráfico (DGT) para firmar un convenio de cesión de competencias que permitirá a la Policía Local volver a hacerse cargo de estas carreteras.
Dichos encuentros, que comenzaron hace unas dos semanas, darán como resultado la creación de una comisión que elaborará un catálogo competencial de las carreteras de la capital grancanaria, explican desde la Delegación del Gobierno.
Por la circunvalación circulan entre 50.000 y 100.00 vehículos diariamente, lo que la convierte en una de las principales arterias viales de la ciudad capitalina, cuyo tráfico se verá agravado con el inicio de obras del Aparcamiento de San Bernardo y los trabajos para la implantación de la Metroguagua.