El presidente en funciones del Colegio Oficial de Graduados Sociales de Gran Canaria y Fuerteventura (GRASOLPA), José Ramón Dámaso ha asegurado este lunes que el colectivo se encuentra “exhausto y extenuado” con la situación devenida del cese de actividad para muchos trabajadores y empresas por el COVID-19.
Los graduados sociales aseguran que están llevando a cabo “sesiones maratonianas de 12 y 18 horas diarias, para dar respuesta a la gran preocupación que ha generado esta situación al sector laboral de nuestro país y tramitar sus expedientes en tiempo y forma, con las menores consecuencias posibles a medio y largo plazo”, destaca en un comunicado.
Además de asimilar la nueva información para poder explicarla a sus clientes en tiempo récord, señalan que están realizando un trabajo “descomunal” del que, una parte, le corresponde a la administración. A ello se le suma que han tenido que hacer “de psicólogos con nuestros clientes ante la desesperación de un futuro incierto”, apunta Dámaso.
El colectivo achaca esta situación a “la falta de previsión de las administraciones”. A la incorporación de nuevas medidas y procedimientos, como el caso de los autónomos, se añade el colapso de las administraciones que tampoco dan abasto a la colosal tarea de tramitar los expedientes. Esto asegura que demuestra “la fragilidad del sistema telemático en la administración sobre el que también habrá que reflexionar cuando esta pesadilla termine”.
Entre las dificultades que tienen estos profesionales para gestionar los expedientes, figuran “la firma física de los trabajadores en el recibo de la comunicación o la certificación de la titularidad de la cuenta bancaria para el trámite de los ERTE’s cuando los desplazamientos para estas cosas no se permiten”.
El presidente del colegio considera que, con la ampliación del confinamiento, la situación se complicará aún más con la tramitación de los impuestos del primer trimestre (del 1 al 20 de abril) y el inicio de la campaña de la Renta ya que para realizarla “es necesario disponer de la documentación de las empresas que en su mayoría están cerradas”.
Dámaso solicita a las administraciones mayor racionalidad y flexibilidad. Entre esas peticiones destaca que “no levantar los vencimientos de plazos ni implantar medios más eficientes, supone mayor estrés y dificultades tanto para el colectivo como para empresas y trabajadores”.
Por otro lado, hace un llamamiento a “la simplificación administrativa” y a que exista “mayor coherencia en las órdenes y directrices de aplicación y que estas no generen más confusión, incertidumbre y desasosiego”.
El presidente del Colegio ha destacado destacar el papel del director general de Trabajo, Alejandro Ramos, que ha mantenido línea directa con el colectivo para minimizar el impacto devenido de esta situación. Además, traslada a las PYMES y autónomos, de las que prácticamente un 80% son asesoradas por los Graduados/as Sociales, un mensaje de tranquilidad y serenidad.
“Este colectivo son los otros héroes, los silenciosos, los que desde el pasado sábado 14.03.2020 ya estaban trabajando, en la soledad de los despachos, preparando las estrategias para afrontar lo que posteriormente tocaría: intensas jornadas de trabajo asesorando, explicando y realizando, finalmente, los ERTES”, afirma el presidente del colegio.