El Colegio Oficial de Pilotos denuncia que se voló sin garantizar la seguridad durante la erupción en La Palma

Canarias Ahora / Europa Press

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El Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) ha presentado una denuncia ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) sobre la compañía Canair (Binter Canarias) para que investigue, depure responsabilidades y garantice la seguridad de los pasajeros de dicho operador, a raíz de las supuestas incidencias de seguridad operacional ocurridas durante la erupción del volcán de La Palma.

El COPAC ha indicado en una nota que tras exponer hace semanas la gravedad del caso a AESA, ha presentado esta denuncia por petición expresa de la propia Agencia para cumplir con su obligación de velar por los derechos de los ciudadanos como usuarios del transporte aéreo y para exigir el esclarecimiento de las circunstancias de la operación de la compañía Canair que, en un escenario de cenizas volcánicas, operó irregularmente, señalan desde el Colegio de Pilotos.

La denuncia presentada por el COPAC, según informa en su nota, también expone “las deficiencias en la Cultura de Seguridad de la compañía Canair, con episodios de intimidación y coacción contra comandantes por cumplir escrupulosamente con la normativa de seguridad, incluyendo los obligatorios informes de seguridad que alertaban de los peligros en la operación de Canair”.

La gravedad de los hechos denunciados, añade el Colegio de Pilotos, “se completa con el despido punitivo de los dos comandantes de la compañía que adoptaron decisiones de seguridad de acuerdo con el Manual de Operaciones de la compañía y el Reglamento de Circulación Aérea y reportarlas por los canales establecidos”.

Sobre este asunto, Binter explica a Canarias Ahora que “no es un tema que tenga que ver con la seguridad. Se trata de un asunto puramente laboral, donde efectivamente se despidió a dos comandantes, por una pérdida de confianza, por la manera en la que gestionaban los vuelos. No los de La Palma con cenizas, sino antes y durante y en todas las rutas”.

Según narran desde la compañía aérea, los pilotos decidieron, después de haber sido despedidos, “hacer estas denuncias en diversos lugares, que se verán oportunamente en los tribunales laborales, ya que son falsas”.

“Durante la erupción del volcán, todos los vuelos que se realizaron se hicieron porque los técnicos estimaban que se podían hacer con toda seguridad y siempre en contacto con la Agencia de Seguridad Aérea, con Enaire, con Aena y sabiendo que los comandantes son los que tienen la última palabra para hacer o no el vuelo. Y cuando no había certidumbre de que las condiciones eran buenas, se cancelaban los vuelos. De hecho se cancelaron, durante ese período 437 vuelos”, recuerdan desde la compañía.

Por último, desde Binter expresan su agradecimiento a todos los técnicos y tripulaciones “que demostraron una profesionalidad magnífica, para poder mantener, siempre que se pudo, los vuelos a La Palma como era nuestra obligación, no solo por las OSP que hay en este mercado interinsular canario sino, también, por el compromiso de Binter de mantener las comunicaciones aéreas que en aquellos momentos necesitaba Canarias y especialmente La Palma”.

Sobre los despidos

Según el COPAC, “los despidos ponen de manifiesto importantes deficiencias de Canair en la aplicación de la denominada Cultura Justa, de obligado cumplimiento por el Reglamento UE 376/2014 y por la propia AESA, como garantía de seguridad para prevenir accidentes. Así, el reglamento interno de Cultura Justa que tienen todos los operadores aprobados por AESA establece que no se adoptarán medidas de represalia cuando un empleado notifique un problema de seguridad operacional mediante el programa de reportes de seguridad, un principio que Canair ha infringido”.

COPAC ha querido llamar la atención sobre la gravedad de estos hechos en un contexto de peligros para la aviación como el que se vivió durante la erupción del volcán de La Palma. Por este motivo, el COPAC solicita una investigación exhaustiva de AESA para determinar si Canair cumple y respeta los principios de Cultura Justa, que “son esenciales en el transporte aéreo comercial por su carácter preventivo”.

Así mismo, este colegio profesional recuerda que el comandante es la máxima autoridad de un vuelo y que, en último término, tiene la obligación de tomar sus decisiones para proteger la seguridad de los vuelos y de sus pasajeros, sin ser objeto de coacciones o represalias por la compañía.