El empresario que fletó tres aviones de China a Canarias en la pandemia: “Fue un éxito incontestable y al coste más bajo”

Iván Suárez

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La comparecencia de Óscar Trujillo, fundador y director ejecutivo de la compañía aérea One Airways, ha abierto este lunes la comisión de investigación en el Parlamento de Canarias sobre la adquisición de material sanitario durante la pandemia. El empresario ha explicado la operación que permitió fletar tres vuelos directos desde China a Canarias durante el estado de alarma por un coste total de 1.125.000 euros (375.000 cada uno). “Fue un éxito incontestable y al coste más bajo, quizás el más bajo de España a pesar de la lejanía”, ha destacado  Trujillo, que ha insistido en que en aquellos momentos existía el riesgo “real” de que los aviones contratados volvieran vacíos por el colapso logístico en el país asiático, que se había convertido en proveedor único de mascarillas y otros productos de protección. 

La comisión canaria sobre las mascarillas debía comenzar el pasado lunes con la comparecencias del denunciante del caso, el empresario Juan Manuel León, y de Koldo García, quien fuera asesor de José Luis Ábalos (PSOE) en el Ministerio de Transportes. Sin embargo, ninguno de ellos acudió a esa cita. Según explicó el presidente de esta comisión, Raúl Acosta (AHI), no se había podido lograr contactar con ellos ni por los medios tradicionales ni a través de los servicios de la Policía Canaria.

De esta manera, Trujillo ha sido el primero en desfilar por esta comisión. El empresario explicó que tiene 35 años de experiencia en la industria aeronáutica, como comandante y también como gestor, y que en 2017 fundó One Airways, una empresa que llegó a tener sus propios aviones. El compareciente señaló que el 18 de marzo, cuatro días después de que se declarase el estado de alarma por la pandemia de Covid-19, recibió una llamada de Antonio Olivera, entonces viceconsejero de Presidencia del Gobierno de Canarias, pidiéndole su ayuda para traer material sanitario de China. “No había nadie que quisiese o pudiese. Había muchas razones para decir que sí cuando es tu gente la que se muere”, dijo. 

Trujillo admitió que la operación fue un “reto de orden logístico”. El empresario relató que tenía experiencia previa en el transporte medicalizado de pacientes y órganos y que había trabajado tanto para el Servicio de Urgencias Canario, como para el balear y para Andalucía. La operación para trasladar material sanitario desde China se produjo en un contexto de “absoluto colapso” por la inexistencia de aviones cargueros, lo que obligó incluso a Europa a permitir que se destinasen a este fin aviones de pasajeros. 

“Las cuantías para volar (de China) hacia la Península eran millonarias”. Según Trujillo, otras comunidades autónomas “se vieron obligadas a pagar más de un millón de euros” por vuelo cuando en Canarias se consiguió por 375.000 euros. Para esa operación decidió que la mejor flota era un Airbus 340-600 y sólo dos operadores disponían de estos aparatos. El primero al que se dirigió fue a Iberia, que le contestó que el traslado directo a Canarias no era posible y le ofreció otras alternativas. El segundo era Plus Ultra, que sí confirmó la disponibilidad. Fue con esta compañía con la que se realizó la operación. 

“El único objetivo era garantizar el éxito al coste más bajo. Nunca lo entendí como una oportunidad de negocio o de enriquecimiento personal”, dijo Trujillo, que negó haber cobrado comisión por esta operación para la que, incluso, tuvo que tramitar permisos de vuelo con la Embajada. “Fue el primer vuelo directo entre China y Canarias”. En total, 16 horas a las que hay que sumar “entre ocho y once de espera” en el aeropuerto de Shangai, las operaciones de carga y descarga en los aeródromos y la vuelta del avión a Madrid. 

Según el empresario, con estas operaciones se batió un récord de servicio ininterrumpido por parte de la tripulación, a la que quiso agradecer su predisposición no sólo por su trabajo durante tanto tiempo seguido, sino también por realizar otras tareas de forma voluntaria, como  “la cadena humana” que tuvo que formar en Shangai para subir el material al avión, ya que los trabajadores locales se negaban a hacerlo. 

El empresario manifestó que en el marco de la pandemia sólo trabajó con el Gobierno de Canarias, aunque también ofreció un espacio de sus aviones al Cabildo de Tenerife “sin coste alguno” para la llegada de material sanitario. También insistió en la importancia de la coordinación con el equipo del Servicio Canario de Salud (SCS) y las dos empresas proveedoras del material, las canarias ACJ y Valsons y negó haber recibido directriz política alguna para subcontratar a una u otra empresa. 

Trujillo recordó que las normas de exportación “cambiaban en pleno vuelo” y por ello era imprescindible estar operativos las 24 horas del día. “Era una operación totalmente inédita y el motor que nos impulsaba a hacer esto era que tu gente se estaba muriendo y que nadie más lo podía hacer”. Durante su comparecencia, Trujillo lamentó que, “lejos de recibir palabras de agradecimiento” por ello, recibió un “vil ataque de una cabecera de prensa y en redes sociales” para tratar de dañar su reputación. 

PP y CC buscan la conexión política 

El Partido Popular (CC) y Coalición Canaria (CC) han tratado de buscar conexiones políticas en esa contratación para el transporte de material sanitario. El diputado popular Fernando Enseñat ha cuestionado la decisión de recurrir a una empresa que, hasta ese momento, no tenía experiencia en operaciones de carga. Trujillo le ha recordado que sí tenía una trayectoria anterior en el sector del transporte medicalizado, trabajando para tres comunidades autónomas, pero también para organismos como la Asociación Nacional de Trasplantes o la catalana, así como para el hospital Vall D’Hebrón de Barcelona. 

“Recibí la llamada y la atendí. No había nadie que quisiera o pudiera hacerlo”, ha insistido ante las preguntas del PP. Trujillo recordó, además, que su empresa había adquirido cierta notoriedad porque, tras la quiebra del turoperador Thomas Cook, se había publicado en la prensa el proyecto de One Airways para “reforzar la conectividad” de Tenerife Sur. A su juicio, la llamada de Olivera, con quien dice que apenas se había visto en tres ocasiones con anterioridad, era “un indicador de preocupación y desespero”. “Mi ideología reside en la empresa, soy un tecnócrata”, manifestó para declararse ajeno a esa búsqueda de responsabilidades políticas que pretendía el diputado del PP. 

El momento más tenso de esta primera comparecencia de la comisión se produjo durante la intervención de Vidina Espino, que llegó a cuestionar que la operación se ejecutase “muy por debajo” del precio de mercado. La diputada de CC afirmó que Plus Ultra acumuló 13 millones de euros de pérdidas en 2020 y preguntó al compareciente si esta empresa había asumido realizar ese vuelo “a pérdidas”. Trujillo le contestó con un gráfico del histórico del precio del combustible que incluía una caída sustancial en el momento en que se produjo esa operación. “No sé cómo es su estado contable. Soy experto, pero no un gurú o un brujo”, respondió a los comentarios de Espino sobre la empresa contratada para realizar esos traslados de material sanitario desde China al Archipiélago. 

La diputada de CC también le preguntó si conocía a “Koldo” (por Koldo García) o a la empresa con la que se vincula, Soluciones de Gestión y Apoyo a las Empresas, pese a que no fue la que proveyó los suministros que llegaron a las Islas en esos vuelos. “¿Quién es Koldo?”, contestó el empresario. Espino también intentó conectar a Trujillo con Antonio Olivera por la decisión de la empresa One Airways de asentarse en la Zona Especial Canaria (ZEC). ¿La razón? Que el entonces viceconsejero de Presidencia del Gobierno de Canarias, hoy jefe de gabinete del ministro Ángel Víctor Torres, dirigió en el pasado la ZEC. 

En su respuesta, el empresario negó que ambas circunstancias estuvieran conectadas y tiró de ironía. “Poco falta para relacionarme con el Gobierno de Pyongyang”.