La familia de María de León Reyes, la mujer dominicana de 37 años que fue hallada la noche de este martes muerta en el domicilio de un ex novio, en el barrio gijonés de Tremañes, estaba buscándola por la zona desde que desapareció el pasado jueves, donde llegó a colgar carteles con su foto.
Así lo ha señalado Carmina Pérez, una de las vecinas del inmueble en el que este martes fue hallado el cadáver de esta mujer, a raíz de que el juez autorizase a la Policía a entrar en el domicilio del ex novio de la víctima.
De hecho, esta mujer fue requerida este martes por la Policía para que estuviese presente como testigo en el momento en el que los agentes forzaron la puerta de la casa, hacia las 19.30 horas.
“Sólo pude ver que la mujer se encontraba desnuda, encima de la cama de la habitación”, ha señalado esta mujer, que asegura que sólo vio el cuerpo de cintura hacia abajo y que no apreció si había o no sangre entre las sábanas.
Del inquilino del piso, ha señalado que no mantenía relación alguna con los vecinos y que hasta tuvieron que acudir al Registro para saber su nombre y poder reclamarle el pago de la comunidad.
“A él le veíamos salir, pero no entrar” desde que se mudó a ese domicilio hace un año, ha afirmado esta mujer, que ha señalado que vivía sólo, pero que a veces solía ir a casa con compañía femenina.
De la familia de la víctima, ha asegurado que desde el jueves, el mismo día en que se denunció la desaparición, habían ido a este inmueble y al barrio para preguntar por ella.
La madre y dos hermanos estuvieron varios días de la semana pasada para preguntar a los vecinos y colocar carteles con la foto de la mujer.
“La familia decía que habían sido novios, que lo habían dejado, que ahora estaba saliendo con otro y que decía que si no era para él no era para nadie”, ha añadido.
La víctima, sin embargo, no había presentado ninguna denuncia contra este hombre, que está siendo buscado por la policía, según ha afirmado este miércoles el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín.
Las causas de la muerte de esta mujer están siendo investigadas por la Policía, que esperará a la autopsia para determinar si se debió o no a causas violentas.
El cadáver se encontraba en “avanzado estado de descomposición” por lo que no se descarta que la mujer llevase muerta desde el mismo día que desapareció, en la madrugada del 31 de julio.
Esa noche, cuando acabó su turno de trabajo en un mesón de Gijón, esta mujer no fue a casa por lo que sus familiares se alertaron ya que, según señalaron en días posteriores a los medios de comunicación, siempre estaba pendiente de sus hijos de 10 y 16 años.