MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
La patronal de la industria farmacéutica en España, Farmaindustria, asegura que las medidas adoptadas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), que incluyen entre otras cuestiones la prescripción obligatoria por principio activo, son un “error” que traerá “graves consecuencias” y pérdidas para el sector, al tiempo que afecta a la actividad profesional y “perjudica” a los pacientes.
“Nos lo están poniendo muy difícil”, ha asegurado el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, acusando al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas de no haber afrontado la deuda que mantienen éstas últimas con los laboratorios, que asciende a 5.400 millones de euros. “No sólo no nos pagan, sino que ahora nos bajan los precios y nos ponen nuevas restricciones”, ha sentenciado.
Los laboratorios recuerdan que ya se vieron “muy afectados” por las medidas de recorte del gasto farmacéutico aprobadas por el Gobierno hace un año que, unidas a las adoptadas en el último consejo, permitirán a las comunidades un ahorro de unos 5.000 millones de euros, lo que representa un 30 por ciento de la facturación de este sector.
Por ello, Arnés reconoce que “no salen las cuentas” y advierte de que “habrá bastantes medianas y pequeñas empresas que se verán afectadas” y “deberán reordenar su actividad para acomodarse a la situación actual”, avanzando que habrá “más pérdidas de empleo que todavía no se pueden cuantificar”. En el último año, en el sector se han recortado 5.000 puestos de trabajo directos y 15.000 indirectos.
La medida más criticada por la patronal de los laboratorios ha sido la prescripción por principio activo, que obliga al médico a recetar medicamentos según su compuesto y no por la marca comercial. Además, luego los farmacéuticos deben dispensar el medicamento de menor precio y, a igualdad de precios, el genérico, según lo establece el artículo 85 de la Ley de Garantías y Uso Racional de Medicamentos.
Según Farmaindustria, esta medida “discrimina” al medicamento de marca con respecto al genérico, pese a que “la marca identifica inequívocamente al medicamento y, no lo olvidemos, es el original”.
Asimismo, aseguran que “limita” la autonomía del médico a la hora de prescribir un tratamiento y tendrá “consecuencias negativas” sobre los pacientes, que verán “empobrecida su atención” al tiempo que les “puede generar confusión al tener que cambiar el formato o el color de la caja de sus medicamentos”.
LOS GENÉRICOS NO SON MENOS EFECTIVOS
“No queremos generar alarmas a la población, ni decimos que los genéricos sean menos efectivos que los de marca”, reconoce Arnés, que insiste en que “el problema es de adherencia al tratamiento”, sobre todo en los pacientes polimedicados que deben seguir varias medicaciones. “Es más difícil identificar un producto si la forma en que se presenta cambia”, explica.
De hecho, aseguran que los costes derivados de esta falta de adherencia que causa el uso de genéricos puede ser incluso mayor que los ahorros que se consiguen favoreciendo su prescripción.
Además, también ha criticado la rebaja del 15 por ciento que sufrirán aquellos medicamentos que lleven más de 10 años registrados y no tengan un genérico, ya que “o son medicamentos con un precio muy bajo o, al contrario, son biológicos, cuyo coste de fabricación es muy elevado”.
En ambos casos, apunta el director general de Farmaindustria, “no tiene sentido cuando no tienen competencia en el mercado”.
PIDEN REUNIÓN URGENTE CON PAJÍN Y ZAPATERO
Ante estas consecuencias, la industria farmacéutica ha solicitado una reunión urgente con la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, y con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con quien ya se reunieron el año pasado para acordar un plan sectorial que ahora consideran “en punto muerto”.
De momento, descartan tomar medidas que puedan poner en riesgo la prestación farmacéutica y optan por el diálogo, “con firmeza y contundencia” para conseguir que “reconsideren su decisión”.
De hecho, Arnés ha reconocido que ya han mantenido un primer contacto verbal con el ministerio y “hay algunas cosas que les alarmaban y creen que se van a poder corregir”. Uno de sus principales objetivos es que se elimine el citado artículo 85 de la Ley de Garantías, para que “el genérico y la marca puedan cohabitar” en igualdad de condiciones.
Asimismo, también defiende que donde se debe actuar es contra la demanda de medicamentos, ya que en España el número de recetas por habitante es un 20 por ciento mayor al de otros países de Europa.