La Fundación Juana Reyes advierte de que 400.000 personas sufren algún trastorno alimenticio en España

La Fundación Juana Reyes, con motivo del día de la lucha contra los Trastornos de la Conducta de la Alimentación (TCA), que se conmemora este 30 de noviembre, ha querido recordar que cerca de 400.000 personas los padecen en España. Entre los más conocidos destacan la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno por atracón y el trastorno por evitación.

Isabel Aguilar, presidenta de esta entidad dedicada a la mejora de la calidad de vida de personas que tienen afectadas su salud mental, ha destacado con ocasión de esta fecha señalada que aunque las primeras manifestaciones de estos trastornos alimenticios suelen ocurrir en la adolescencia y aparecen en ambos géneros, “las mujeres representan hasta 9 de cada 10 casos”.  

“Hay que advertir que se trata de una patología que puede dejar consecuencias físicas y mentales muy serias, por lo que es importantísimo la detección precoz”, alertó. 

Aguilar señaló que “un síntoma común es la falta de menstruación o alteraciones en el ciclo menstrual. Estos hechos implican repercusiones muy importantes en la salud. La capacidad reproductiva se ve afectada y los huesos disminuyen su densidad. Dicho de otra manera, una mujer joven con TCA puede tener problemas de fertilidad y sus huesos son como las de una adulta en su etapa más longeva”. Y subrayó que “es importantísimo ofrecer una información y un conocimiento lo más sólido posible de la enfermedad”.

La presidenta de la Fundación incidió, sin embargo, en que “la recuperación completa de esta enfermedad es posible”. En relación con esto, comentó que “hay estudios que señalan que en el caso de la anorexia nerviosa un 60% logra una remisión completa a los 2-3 años, En los casos de bulimia nerviosa, nos situamos en un 45%, aunque la media del tratamiento de bulimia nerviosa y anorexia nerviosa está entre 4-5 años. La remisión del trastorno también se puede alcanzar, pero se conservan secuelas de tipo psicológico o físico: en los casos de anorexia nerviosa nos encontramos con un 20% y en la bulimia nerviosa, en un 27%”. 

En correspondencia con esto, advirtió que “alrededor de un 20% acaban conviviendo con el TCA a lo largo de su vida, lo que conduce a un trastorno crónico”.

Aguilar quiso destacar que “se trata sin duda de una enfermedad en la que se requiere tiempo y persistencia” y que “hay muchísimos miedos. Las personas afectadas por esta patología observan que el perfeccionismo puede ser autodestructivo y el contexto familiar sin duda puede ser clave para su recuperación”.

Para terminar, Aguilar quiso destacar que, pese a los esfuerzos realizados por el Gobierno de Canarias en los últimos años, “queda mucho por hacer, sobre todo en ámbito de la investigación, de la promoción de esta enfermedad y del trabajo con las familias”.