Así lo manifestó la consejera durante la inauguración en la capital tinerfeña de las terceras jornadas sobre prevención del acoso laboral, en las que participan técnicos que analizarán los aspectos legales y psicológicos de esta situación, y que el 19 de abril se centrarán en el acoso escolar.
Marisa Zamora calificó el acoso laboral de “verdadera enfermedad” y señaló que las cifras que aportan las encuestas de salud pueden ser incluso más altas, ya que se trata de una situación “encubierta”.
El acoso laboral ocasiona además un coste de unos 90 millones de euros en todo el Estado como consecuencia de las bajas laborales y entre otros factores produce aislamiento, pérdida de la autoestima e incluso daños psicológicos irreparables en el trabajador afectado, explicó la consejera.
Añadió que la legislación española carece de una referencia concreta a esta situación, y comentó que aunque se empezó a hablar de mobbing hace unos veinte años, ha sido a partir de esta década cuando las administraciones han empezado a tener en cuenta su incidencia.
Uno de los problemas para denunciar el acoso radica en la dificultad que padece el afectado para presentar pruebas o testimonios de los testigos, que en la mayoría de las ocasiones no defienden a su compañero por miedo a las repercusiones.
El Gobierno de Canarias, continuó la consejera, ha utilizado el marco normativo existente, básicamente la ley de prevención de riesgos laborales, para elaborar el segundo plan en este ámbito, dotado con unos siete millones de euros de presupuesto.
A esta ficha financiera se suman las dotaciones procedentes de la recaudación de sanciones a las empresas que incumplen la normativa y la consejera de Empleo y Asuntos Sociales detalló que el acoso laboral se ceba principalmente en el sector servicios y la administración pública, y afecta en su mayor parte a las mujeres.
Añadió que el Ejecutivo regional cree que es “imprescindible” la formación en la prevención de este tipo de situaciones por parte de los mandos intermedios, y contribuye a ello con la organización de jornadas en este ámbito para técnicos y delegados de prevención de riesgos laborales.
No obstante, reconoció Zamora que hay que ser “realistas” ante la dificultad para que aflore el acoso laboral en las empresas, y alentó a los trabajadores que lo sufren “a que hablen” y denuncien esta situación ante las organizaciones sindicales y la Inspección de Trabajo antes de dar el paso de “judicializar” los hechos.
“Puede que piensen que denunciar no sirve de nada, pero no hay peor situación que tras sufrir acoso, vivir condenados al ostracismo por no hablar”, añadió la consejera.
También se mostró convencida Marisa Zamora de que las reflexiones que se extraigan de las jornadas ayudarán a las políticas que realiza el Gobierno de Canarias en este ámbito, para lo que además trabaja “desde hace años” en la formación de empresarios y sindicatos para prevenir situaciones de acoso.