En pleno agosto, cuando la paradisíaca isla de La Graciosa recibe numerosos turistas, una rotura de una tubería submarina ha dejado prácticamente sin agua potable a sus residentes y visitantes. El abastecimiento se efectúa a través del conducto desde Lanzarote y se complementa con dos depósitos que están al límite por la “alta demanda registrada en estos últimos días”, según ha informado este lunes la empresa Canal Gestión Lanzarote, que a su vez ha recomendado que se haga un consumo de agua “controlado y sostenible” para “minimizar las consecuencias”.
Se trata de la sexta rotura que se produce en la tubería submarina en este 2022, según explicó Canal Gestión. La empresa ha anunciado como solución “la cisterna más grande” que tiene, con capacidad para 15.000 litros, y que ha trasladado durante la tarde de este lunes. “A partir de las 8 de la mañana empezará a ser rellenada, con el objetivo de que esté totalmente operativa y a disposición de los ciudadanos a partir de las 10 de la mañana”, señaló en una nota.
La cisterna se ubicará en el dique de Caleta de Sebo y residentes y visitantes que quieran agua para ducharse o cocinar, tendrán que acercarse para rellenar garrafas o envases y hacer acopio de agua potable, pues cuenta con grifos en sus laterales. Según explicó Canal Gestión, será rellanada de forma continua con una cuba que viajará a bordo de una barca entre Lanzarote y La Graciosa de forma permanente, al menos, hasta que la avería quede resuelta y el suministro habitual pueda restablecerse.
La reparación no podrá empezar hasta el próximo miércoles, ya que es cuando se espera que llegue a Lanzarote un equipo de, al menos, cinco buzos especializados para realizar los trabajos. Canal Gestión aún no ha desvelado el motivo de la rotura ni tampoco ha valorado cuanto pueden durar las actuaciones, porque hasta que los profesionales no desciendan al punto exacto, no se podrá conocer la causa ni el tiempo que llevará su reparación.
Canal Gestión Lanzarote, filial del Grupo Canal Isabel II, asume desde 2013 la producción, abastecimiento, alcantarillado, depuración y reutilización del ciclo integral del agua de las islas de Lanzarote y La Graciosa, fruto de una concesión otorgada por el Consorcio del Agua de Lanzarote, entidad pública conformada por el Cabildo y los siete ayuntamientos de la isla conejera.
En su comunicado, Canal Gestión ha responsabilizado al Consorcio de Lanzarote de los problemas en la tubería submarina. Asegura que ha advertido en “diversas ocasiones” de esta situación a través de informes en los que, además, solicitaba su “urgente sustitución”, recordando que “hasta la fecha”, su demanda “no ha sido atendida”. Además, indica que si no se acometen las obras necesarias, los cortes de agua en La Graciosa serán “más frecuentes”.
El alcalde de Teguise, Oswaldo Betancort, ha solicitado este lunes “con carácter de urgencia” una reunión con el Consorcio Insular del Agua para resolver “la enésima crisis del agua en La Graciosa”, según ha declarado en una nota.
“Ya lo advertimos en su día, y lo volvimos a pedir la semana pasada ante una situación tan grave que deja a la Octava Isla sin agua”, ha añadido Betancor, en referencia a sus advertencias al Consorcio del Agua para que atendiera la “urgente sustitución” de la tubería, según la nota. “Mientras tanto, Teguise se está coordinando con la empresa para activar cuanto antes un plan de emergencia y poder abastecer de agua a los vecinos de la isla”, ha dicho el alcalde.
“Vergonzoso”
Aunque La Graciosa fue reconocida como la octava isla habitada de Canarias en 2018, depende administrativamente del Ayuntamiento de Teguise. Alicia Páez, concejala delegada de Teguise en La Graciosa, considera también al Consorcio el máximo responsable porque “es quien acomete las inversiones”. De hecho, asegura que Canal Gestión tiene una nueva tubería, pero la instalación no se ha llevado a cabo “porque no se ha hecho la inversión”.
Páez recuerda que la tubería submarina, que cruza el tramo que separa La Graciosa de Lanzarote, se instaló a principios de la década de 1990, sustituyendo a una planta potabilizadora que existía previamente. En los últimos años, las incidencias se han convertido “en algo habitual” que se “acentúa en los meses estivales” por la mayor demanda de agua ante la afluencia de turistas, según explica la concejala.
“El pueblo graciosero lleva años padeciendo estos cortes. La tubería está obsoleta, tiene roturas con frecuencia. Hemos estado dos y tres días sin agua. La semana pasada entraba muy poca. Y ahora la rotura es grave y estamos sin agua”, relata Páez.
Sin embargo, a pesar de que no es algo puntual, la concejala asegura que “es la primera vez que se tiene que traer una cisterna”. A su juicio, “es vergonzoso que la Isla de La Graciosa, llamada la octava, no pueda tener un bien de primera necesidad y esté con esta precariedad, teniendo que ir al puerto a buscar agua con garrafas, es de país tercermundista”, añade Páez.
Canal Gestión, “obligado” a garantizar el suministro a La Graciosa
También a través de un comunicado se ha pronunciado el Consorcio del Agua en Lanzarote, asegurando que “próximamente” se llevará a cabo “la redacción del proyecto de mejora de la tubería submarina que transporta el agua hasta La Graciosa”. Sin embargo, justifica que su tramitación será “complicada” al estar en un entorno de protección ambiental.
El Consorcio ha remarcado que “se fiscalizarán los plazos de reparación de la avería para que la incidencia esté solventada en el menor tiempo posible”. En este sentido, recuerda que Canal Gestión, como concesionario del servicio, “está obligado al suministro de cubas a los abonados que como consecuencia de incidencias en el servicio (…) por un periodo superior a las 24 horas”.
La entidad pública hace hincapié en que ha requerido al operador que habilite durante estos días varias cubas de agua en la zona del muelle de Caleta de Sebo al objeto de evitar cualquier tipo de desabastecimiento.
El consejero de Aguas del Cabildo de Lanzarote, Andrés Stinga, admite que en la entidad “conocen a la perfección la situación de precariedad de tuberías en algunos de los tramos de la red insular”, pero al mismo tiempo defiende las prioridades que se han establecido durante los últimos meses en un “ambicioso” plan inversor, tanto en materia de suministro de agua potable como en riego agrícola o depuración.
Miles de turistas
Con sus 29 kilómetros cuadrados de superficie, La Graciosa se enmarca dentro del Parque Natural Marítimo-Terrestre Archipiélago Chinijo (que engloba a los islotes de Alegranza, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste), estando sus aguas protegidas como Reserva Marina. También forma parte de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote. A excepción de sus dos poblaciones, Caleta de Sebo y Pedro Barba, la Isla es propiedad del Estado.
“Esta isla es para viajeros especiales, sensibles, que saben disfrutar de la naturaleza, del silencio, de la belleza, y cómo no del sol y de playas solitarias (…) no es un lugar para el turismo de masas”. Con estas palabras describe la web de promoción Turismo de Lanzarote a La Graciosa.
Sin embargo, la rotura de la tubería también revela un problema de fondo acerca del modelo turístico que se desarrolla en La Graciosa. Aunque tiene una población censada que apenas supera las 700 personas, recibe un gran flujo de turistas al año. En 2019 superó el medio millón de visitantes y en 2020, cuando se declaró el estado de alarma por la pandemia de coronavirus, ascendió a unos 310.000 los pasajeros que llegaron al puerto de Caleta de Sebo, según datos del Cabildo de Lanzarote.
La concejala, que habita en La Graciosa, explica que la Isla “está al 100%” actualmente, con todos los alojamientos turísticos ocupados. “A diario nos visitan miles de turistas desde Lanzarote”, señala. El incremento de la demanda ha provocado incluso que “algún restaurante haya tenido que cerrar al no tener agua y algunos alojamientos turísticos están con escasez, porque llevamos varios días con poca agua”.
“El problema es gravísimo”, añade. “Quienes tengan aljibe con capacidad, podrán salir adelante unos días, pero muchos no tienen depósitos y son los que están sufriendo por tener que bañarse con agua de garrafas”, lamenta Páez.
La Graciosa ni siquiera cuenta con un sistema de depuración, por lo que parte de sus aguas residuales acaban en el mar. Aunque se instaló una planta para regeneración, Páez dice que “la maquinaria se está pudriendo, como quien dice, porque no se finalizó la red de saneamiento”.