La represión franquista dejó en Canarias miles de personas desaparecidas, a pesar de que aún sólo se tiene constancia del fusilamiento de 600. Las labores de investigación de las asociaciones de memoria histórica no cesan y en sus últimos estudios lograron contabilizar nuevos desaparecidos en el actual barrio de San Lorenzo. Se trata de los ya conocidos como 14 claveles rojos, que este viernes han sido reconocidos y homenajeados por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y el Cabildo de la isla. Un acto en el que no han faltado los recuerdos, relatos, poemas y música cargada de sentimiento para poner en valor la lucha de estas personas que fueron asesinadas por sus ideales y de la que aún no se tiene constancia de dónde se encuentran enterradas exactamente.
Una placa en la entrada del calabozo donde permanecieron hacinadas, en la actual casa de la cultura de Tamaraceite, recuerda el sufrimiento de estas víctimas. “Los gritos de dolor han quedado ahí encerrados durante el paso de tiempo”, recuerda una de las asistentes al evento. Además, otro monumento en el parque de Mayordomía, junto al inaugurado en 2010 para recordar a los 'cinco de San Lorenzo' rinde desde este viernes homenaje a estas nuevas personas documentadas como víctimas de la represión.
Estas personas eran en su mayoría jornaleros, que pertenecían a asociaciones obreras o sindicatos y también había funcionarios. 14 represaliados más del franquismo que podrían haber sido enterrados en la fosa común del cementerio de Vegueta, llevados a los pozos de Arucas y Tenoya, a la Sima de Jinámar, arrojados al mar ... Así lo explica el portavoz de la Plataforma de Familiares de Fusilados de San Lorenzo, Francisco González, quien relata que estas personas fueron “brutalmente torturadas” y ha insistido en que lo que dignifica a las víctimas son actos como este y que se busque la manera de encontrar sus cuerpos, hacer exhumaciones para que los allegados puedan darle sepultura.
En este punto ha coincido el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, afirmando que “lo realmente importante es que las administraciones empiecen a cumplir y que las familias de los represaliados puedan recuperar los restos de sus desaparecidos”. En este sentido, agregó que “es una obligación no sólo como administración pública, sino una obligación moral y una necesidad histórica”.
Hidalgo se comprometió a poner toda la voluntad desde la Corporación para que las familias puedan recuperar estos cuerpos e insistió en que la exhumación de la fosa común del cementerio de Las Palmas se sigue estudiando, para lo que se han encargado dos informes diferentes que el concejal Sergio Millares se está encargando de coordinar y estudiar. No obstante, apunta que es una acción para la que necesitarán partidas del Gobierno central, “que ha recortado drásticamente en Memoria Histórica”.
En este aspecto, Francisco González, ha pedido al Ayuntamiento que valore el estudio de Pedro Carcas que acreditará que exhumar las fosa sí que es viable. De hecho, recordó que su abuelo, sindicalistas del barrio de San Lorenzo, se encuentra enterrado en este lugar junto al alcalde del entonces municipio ha reclamado en varias ocasiones su intención de recuperar sus restos mortales para que su padre, de 90 años, pueda ver su sueño cumplido. Asimismo, puntualizó que España es el segundo país del mundo con mayor número de fosas comunes, sólo por detrás de Camboya y cree que si no se condena el fascismo y no se abren las fosas, no se puede alcanzar la justicia.
El Cabildo de Gran Canaria, también presente en este acto, reiteró su compromiso con los familiares de recuperar la Sima de Jinámar y de colaborar por la recuperación de cuerpos, como lo hicieron en el municipio de Arucas. El presidente de la Institución insular hizo mención al libro Sima de Jinámar, que se publicó cuando aún existía la censura y que le hizo tomar conciencia de esta realidad que había vivido el Archipiélago durante el franquismo. En un emotivo discurso quiso poner en valor la importancia de la memoria, “que triunfa siempre”, aseguró citando a Umberto Eco. De hecho, defiende que con ella es posible lograr a construir un mundo mejor.
San Lorenzo se unió “a punta de pistola”
San Lorenzo se unió “a punta de pistola”Hidalgo insistió en que la represión franquista “han sufrido 80 años de olvido”. De hecho, apuntó que muchos no conocen la historia de lo que ocurrió en Gran Canaria donde San Lorenzo dejó de ser un municipio y se anexionó a la capital grancanaria por la fuerza “a punta de pistola” por tratarse de un lugar donde tenían otros ideales. Así, comparó este hecho con la crisis de refugiados, donde la historia parece repetirse.
Para los representantes de las asociaciones de memoria histórica como Fancisco González, el hecho de que, a partir de ahora, la ciudadanía, los ecolares... puedan visitar el calabozo donde estuvieron encerrados los '14 claveles rojos' es un paso importante para contribuir en que no se olvide la historia. De hecho, cree que España debería hacer como en Alemania con campos de concentración o como Holanda, con la casa de Ana Frank, que pueden ser visitadas como museos, para condenar lo que ocurrió y que no se vuelva a dar un “holocausto nunca más”, insistió.
Las víctimas del Franquismo fueron conmemoradas con poemas de Antonio Ortegón, que entre otros recitó el poema escrito por Susanita, una anciana que vivió en Arucas con miedo tras el asesinato de su familia y que guardó estos versos hasta unos días antes de su muerte. También recitó Lágrimas de San Lorenzo y Tormenta en la Memoria, inspirado en el libro de Francisco González, en el que narra cómo fueron los años de represión en Canarias. Por su parte, Mónica Lleó también recitó una serie de poemas, entre ellos de Mario Benedetti o de Federico García Lorca.
Las decenas de personas presentes en el acto leyeron cada uno de los nombres de estos '14 claveles rojos' antes de descubrir el monumento levantado en el parque de la Mayordomía. Después, fue a través de la música, esa herramienta que se transmite de forma oral de generación en generación y que cantautores como Lucía Sócam o Rogelio Botanz emplean para contar las historias de estas víctimas y que no caigan en el olvido. Porque como se repitió en este homenaje “sin memoria no hay verdad y sin verdad no hay justicia”.