Greenpeace ha considerado este lunes del “todo insuficientes” las medidas y el equipo desplegado al sur de Gran Canaria para combatir el vertido originado por el hundimiento del Oleg Naydenov, con una mancha de al menos 70 kilómetros, según sus propias comprobaciones.
En un comunicado, la organización ecologista recalca además que la mancha tiene tales dimensiones, que es visible desde el espacio, tal y como han confirmado imágenes de satélite la NASA.
Según Greenpeace, los buques polivalentes Miguel de Cervantes y Luz de Mar, desplazados al lugar, son los únicos de Salvamento Marítimo con capacidad de recoger el fuel (cada uno con una capacidad de recogida de vertido de 290 metros cúbicos).
Sin embargo, la ONG entiende que, solo con estos medios, la operación se puede dilatar demasiado y no será posible evitar los peores impactos del vertido sobre la fauna o su llegada a la costa.
En este sentido, recuerda que en el caso del Prestige, el Gobierno movilizó al Ejército para las labores de limpieza y “tan solo en la limpieza de la ría de Arousa (Pontevedra) participaron unas 800 embarcaciones”; y en el caso de la plataforma Deep Water Horizon, en el golfo de México, las autoridades estadounidenses estiman que 7.000 embarcaciones participaron en la limpieza.
Sin embargo, con la magnitud de la mancha del Oleg Naydenov, Fomento ha movilizado únicamente a cuatro barcos y dos aviones de Salvamento Marítimo que se alternan en los reconocimientos aéreos, señala la organización ecologista.
“Lo que se está haciendo es como poner a un niño con una cuchara vaciando una piscina”, ha denunciado el portavoz de Greenpeace, Juande Fernández.
Así mismo, la organización ecologista critica que la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, no se muestre preocupada porque el vertido no ha afectado aún al litoral, cuando, a su juicio, es previsible que sigan apareciendo nuevos animales petroleados, por lo que reclaman también medios para paliar los efectos de la contaminación en la fauna marina.
Greenpeace señala que existe la posibilidad de que el fuel, en contacto con el agua, emulsione, lo que provocaría que su volumen aumentara tres o cuatro veces.
Aunque Greenpeace valora la voluntad del Ministerio de Fomento, la organización considera que “todavía hay muchos puntos a mejorar y aclarar”.
Además del refuerzo en las medidas desplegadas, Greenpeace pide a Fomento conocer los resultados de las muestras tomadas en la zona en cuanto estén; información sobre el robot submarino que comenzará a trabajar en la zona una semana después del hundimiento según los últimos datos oficiales, y poder subir al buque Cervantes para observar las tareas que se están llevando a cabo.
Exige también que el Ministerio de Medio Ambiente se involucre con mayor intensidad, pues el vertido se ha producido en uno de los caladeros pesquero más productivos de la región.