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El incendio de Gran Canaria comienza a remitir tras quemar más de 10.000 hectáreas

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

Mensajes esperanzadores al amanecer de este martes. Según ha comunicado el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, en su perfil de Twitter, los técnicos le han informado de que el incendio forestal que ya ha arrasado 10.000 hectáreas en Gran Canaria comenzó a remitir la pasada madrugada y ha perdido potencial. El fuego no ha entrado en la Reserva Natural de Inagua, un valioso espacio protegido que ya se quemó en el gran incendio de 2007, donde el pinzón azul de Gran Canaria (especie exclusiva de la isla y en peligro de extinción) tiene uno de sus últimos reductos.

El hecho de que el incendio no haya progresado hacia los pinares de Inagua puede ayudar además a los servicios de extinción a evitar que el fuego avance hacia la vertiente sur de la isla, donde ya se encontraban en preaviso de posible evacuación los caseríos más altos del municipio de Mogán (no así la zona turística de la costa, mucho más alejada de espacio afectado por esta emergencia).

El jefe de Emergencias del Cabildo de Gran Canaria, Federico Grillo, ha informado además de que el daño en el Parque Natural de Tamadaba es menor del que se esperaba y que este martes se prevén noticias muy positivas con la ayuda de los medios aéreos. Grillo ha señalado que el comportamiento del fuego en este paraje, pulmón verde de la isla de Gran Canaria, ha sido “de flanco”, esto es, “un frente de llama de intensidad intermedia que ha quemado la inmensa mayoría de Tamadaba de superficie”. La afección es básicamente de pinocha. “Es como si hubiera hecho una quema prescrita bastante quirúrgicas. Las copas se han quedado socarradas por debajo. Ahora tirará un poco de pinocha y cubrirá rápidamente el suelo. Yo creo que la afección es mínima”, ha añadido.

En el flanco derecho, la zona baja de medianías y los barrancos de Tejeda y Timagada, queda aún algunos focos activos que se han reducido “considerablemente”, explica Grillo, que considera que el incendio “puede estar llegando a su fin”.

Grillo ha destacado que “anoche hubo un momento muy delicado”. Esta situación ocurrió, ha relatado a Efe, cuando una gran columna de humo procedente del norte y que se dirigía hacia el sur logró coronar la isla y girar hacia el Pico de Las Nieves, el punto más alto de Gran Canaria, que se encuentra a 1.956 metros por encima del nivel del mar.

“Iba de norte a sur con un potencial tremendo y se quedó a muy pocos metros de El Juncal. De allí a saltar a Inagua es nada”, ha aseverado Grillo.

Cuando pasó este susto, el incendio “se fue muriendo solo” en las inmediaciones de Inagua, donde el combustible “es muy finito y no hay casi leña, por lo que se consume rápido sin dejar brasa”.

Estas condiciones hicieron que cuando llegó el viento no quedara nada que quemar.

Grillo ha confirmado también que “Tamadaba se sigue terminando de quemar”, ya que al pinar le quedará “entre un cinco y un diez por ciento” por terminar de arder.

La previsión es que durante esta jornada “el sector norte o flanco derecho” de este gran incendio forestal, que discurre entre Valsendero y Lanzarote (Valleseco) y Agaete, “se reactive un poco”, por lo que los medios aéreos que ya operan en la isla tendrán que centrar sus esfuerzos en esta zona.

Desalojados en Tasarte y Tasartico

La pasada medianoche fueron evacuados de sus casas los vecinos de los barrios de Tasarte y Tasartico, en La Aldea de San Nicolás (oeste de Gran Canaria), en una decisión que se tomó por precaución, por los problemas que podían ocasionar las grandes cantidades de humo que el incendio estaba emitiendo hacia esa zona de la isla.

No ha habido más evacuaciones, pero Tasarte y Tasartico elevan a 56 el número de poblaciones desalojadas desde que se declaró el fuego el sábado por la tarde, en un barranco de Valleseco, según ha informado a Efe una portavoz del 112 de Canarias.

La última cifra de evacuados, según el recuento de la noche de lunes, se eleva a más de 9.000. Un total de 706 personas han pernoctado en los distintos albergues de emergencia habilitados por los ayuntamientos, el Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno canario, con apoyo de la Cruz Roja y el Ejército de Tierra.

Durante la noche, 470 personas han combatido el fuego en sus diferentes frentes. Con el amanecer, están ya recibiendo el relevo de nuevos efectivos, así como el apoyo de las 16 aeronaves que trabajan en este incendio (14 aviones, hidroaviones y helicópteros en tareas de extinción y dos en coordinación aérea).

A lo largo del martes, ese despliegue sumará 21 aeronaves en total, porque se incorporarán dos grandes helicópteros Kamov y un avión de coordinación que ha movilizado el Estado y dos aviones de carga en tierra que aporta la Junta de Castilla-La Mancha.

Durante tres días, el incendio ha avanzado por la cumbre y el norte de Gran Canaria de este a oeste sin posibilidad de control en varios de sus frentes, porque el tamaño de las llamas en su cabeza (la que ha afectado al Parque Natural de Tamadaba) y las condiciones meteorológicas (alerta naranja por calor) hacían que técnicamente estuviera fuera de toda capacidad de extinción.

El lunes, el presidente canario y el ministro de Agricultura, Luis Planas, ya anunciaban que las siguientes 48 horas podían ser claves para que el esfuerzo del dispositivo de extinción comenzara a rendir resultados, sobre todo en el flanco norte, porque se esperaba una bajada notable de las temperaturas.

La pasada noche ese cambio ha comenzado a producirse y las condiciones de viento, que ha amainado, han favorecido que los bomberos forestales pudieran frenar la progresión del fuego en varios lugares, apunta el 112.