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El incendio fue de origen humano y pudo ser intencionado, según las primeras hipótesis

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

El Cabildo de Gran Canaria ha informado en un comunicado que la investigación de las causas del incendio que asoló el centro de la isla en los últimos días apunta a una causa humana y no descarta la intencionalidad frente a la negligencia; aunque aclara que aún “es pronto” y “los investigadores insisten en mantener abiertas todas las posibilidades salvo la causa natural, que queda descartada”.

La investigación se encuentra en una fase muy temprana y mantienen abiertas tanto la opción de que el incendio haya sido provocado, como de que haya sido por una imprudencia.

La corporación insular ha explicado que los agentes de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales del Cabildo, con la colaboración del Seprona de la Guardia Civil, han delimitado la zona de inicio (junto a la carretera), han tomado indicios y trabajan en la toma de testimonios. 

Los técnicos continúan recopilando datos sobre las causas del siniestro, labor que iniciaron una vez que el fuego disminuyó su intensidad y ya no era una amenaza, y también toman imágenes por dron.

Antecedentes de fuegos intencionados

La zona tiene antecedentes de tres fuegos intencionados y no se han hallado restos de trabajos con maquinaria --primera causa de fuegos por negligencias--, aunque el origen podría estar incluso en una colilla.

Los técnicos han asegurado que ha sido el fuego más peligroso que han visto, razón por la que dedicaron los primeros momentos a evacuar a los vecinos de la zona. 

El incendio, que tuvo una gran virulencia y quemó unas 1.000 hectáreas en las primeras cuatro horas, ha costado la vida a una mujer de nacionalidad sueca y ha quemado unas 2.700 hectáreas de pino y monte bajo en los municipios de San Mateo, San Bartolomé de Tirajana, Valsequillo, Agüimes, Santa Lucía, Ingenio, Valleseco y Telde.

Un tercio de la superficie quemada es pino canario, y el resto, castaños, monte bajo, matorral y pastos, y las perspectivas de recuperación son buenas.

Actualmente trabajan en la extinción del fuego 80 efectivos del Cabildo de Gran Canaria y del EIRIF del Gobierno de Canarias procedentes de La Gomera y El Hierro, que realizan labores de labores de extinción, vigilancia y enfriamiento en la zona quemada y su perímetro.

Cuando el fuego se inició, los técnicos tuvieron que evacuar a numerosos vecinos en las primeras horas, y su responsable, Juan Carlos Santana, se quedó junto al analista de Fuegos Forestales del Cabildo, Federico Grillo, en una base militar junto a agentes de la Brigada de Fuegos Forestales de La Palma y las personas que estaban en lo más alto de la cumbre, de donde ya no se podía salir.

En total, una veintena de personas permanecieron en ese lugar, que es seguro debido a sus condiciones de su construcción y a que su entorno está limpio gracias a quemas controladas durante el invierno.

A pesar de ello, fue necesario defender el entorno de la base del fuego, para mantener el perímetro lo más seguro posible.

Aunque el fuego fue controlado este sábado, el Cabildo de Gran Canaria insiste en que los ciudadanos no acudan a la zona quemada para facilitar las labores de extinción y no pisar en las áreas incendiadas y por el peligro de que caigan troncos y piedras que podrían provocar un accidente.

El recorrido por la cumbre muestra que el 80 por ciento del territorio tratado con quemas prescritas durante el invierno logró salvar los pinos, que se vieron afectados en su parte más baja y cuya pinocha ya ha comenzado a cubrir el suelo, de modo que en algunos de esos puntos apenas se percibe que el incendio pasó por allí.

En esas zonas, su comportamiento es muy distinto, ya que ha sido despojada de combustible vegetal, las llamas no se levantan del suelo y avanza con mayor lentitud.

Asimismo, las casas que siguieron la recomendación de limpiar quince metros alrededor fueron respetadas por el fuego, por lo que el Cabildo insiste en la importancia de mantener limpios los aledaños de las propiedades.