El Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) detectó un incremento significativo de emisión difusa de dióxido de carbono en su estación geoquímica TF01 localizada en el Pico del Teide, horas antes del terremoto de magnitud 2,8 ocurrido el pasado martes (día 15) a las 23:15 horas en la costa tinerfeña, informó este sábado el Cabildo de Tenerife.
El evento sísmico, registrado por la Red Sísmica Nacional del IGN, tuvo su epicentro en la parte sumergida de la isla a cuatro kilómetros de la costa de Fasnia.
Según el IGN el terremoto fue sentido en Guímar, Santa Cruz de Tenerife, Añaza y Arona con una intensidad II, mientras que en Fasnia y Arico fue sentido con una intensidad I en la escala M.S.K.
Días antes del terremoto, la citada estación registraba un valor medio de emisión difusa de dióxido de carbono de unos 13,8 kilogramos diarios por metro cuadrado, cantidad 6 veces superior al valor medio de fondo o normal de emisión que se registra en esa estación desde su puesta en funcionamiento en 1999.
Tres horas antes del terremoto, se registraba un incremento significativo en la emisión de dióxido de carbono pasando de 13 a 29 kilogramos diarios por metro cuadrado.
Este incremento no responde a fluctuaciones de variables externas como puede ser la presión barométrica; por lo tanto, se debe fundamentalmente a cambios de la presión del dióxido de carbono en el interior de la isla como consecuencia de los cambios de esfuerzos que en el subsuelo tienen lugar antes de registrarse un terremoto.
La distancia entre la estación TF01 y el epicentro del terremoto fue de 26 kilómetros.
Tras el terremoto, la emisión difusa de dióxido de carbono registraba valores que alcanzan los 40 kilogramos de dióxido de carbono diarios por metro cuadrado, un comportamiento muy común como consecuencia de cambios de permeabilidad que muy probablemente favorecen una mayor tasa de emisión de los gases volcánicos.