Cinco mujeres han muerto en 2008 en Canarias a manos de sus parejas, en el sur de Tenerife y Lanzarote, según los datos oficiales del Instituto Canario de la Mujer. La última víctima ha sido una mujer de 71 años en el municipio tinerfeño de Arico, que apareció con una herida en la cabeza y flotando en un estanque cerca del domicilio en el que residía con su pareja, también de 71. Al parecer, el acusado, sobre el que pesaba una orden de alejamiento, decidió cometer el crimen cuando la víctima quiso dejar de convivir con él.
La primera muerte tuvo lugar en febrero en el sur de Tenerife, cuando un hombre de 48 años, de nacionalidad italiana, asesinaba a su pareja sentimental, de origen belga, y a sus hijos de forma violenta, un niño y una niña, tras lo cual se suicidó.
También en el sur de Tenerife una mujer de nacionalidad letona de 26 años, residente en el municipio de San Miguel de Abona y que respondía a las iniciales K. Z. fue hallada muerta en el portal de la casa donde vivía, a consecuencia de las puñaladas que le asestó su ex novio, sobre el que pesaba una orden de alejamiento. Al parecer se había rebajado el riesgo de posible agresión porque él había abandonado la isla.
El domingo apareció flotando en la playa de Mala, muy cerca de Arrecife, en Lanzarote, el cadáver de Expedita Santana. Su cuerpo estaba maniatado y las primeras conclusiones de la autopsia apunta a que fue agredida sexualmente antes de morir. El Instituto Canario de la Mujer estudia la posibilidad de personarse en la causa contra los agresores de esta joven que vivía en la indigencia.
Otros casos
Hay que destacar que aún se investiga si la muerte de una mujer de 80 años en el municipio de Telde. Se trata de una muerte por violencia de género. El cadáver de esta persona fue hallado en su domicilio del municipio a última hora de la tarde de este miércoles, donde también se encontraba, herido, su compañero sentimental, de 87 años, quien al parecer no había denunciado malos tratos, aunque discutía a menudo con su pareja.
Hay que recordar también que en el mes de septiembre fue violada y asesinada por un amigo de la familia una niña coreana en Las Palmas de Gran Canaria, después de que éste entrara en la vivienda para robar.
Cabe recordar, por último, que el padre de Yulisa, la niña ecuatoriana asesinada en Lanzarote en 2007 entró en prisión en el presente año, después de haberse encontrado su cuerpo sin vida en un vertedero.
25 de noviembre
El pasado martes 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional contra la Violencia de Género. Las administraciones públicas, los partidos políticos, los sindicatos y colectivos ciudadanos implicados en esta lucha salieron de nuevo a la calle a gritar “basta ya” ante un problema social cuya gravedad a veces se olvida pero que en los últimos diez años se ha cobrado la vida de más de 600 mujeres en nuestro país, 46 de ellas en el Archipiélago.
Todas las partes coinciden en que ésta es una batalla sin tregua que hay que atacar desde la base, por lo que subrayan la necesidad de educar en materia de prevención y coordinar las acciones, con el fin de que la violencia contra las mujeres no quede ni en el recuerdo.
La directora del Instituto Canario de la Mujer (ICM), Isabel de Luis, es optimista en torno a este tema, a pesar de que los medios de comunicación sorprenden cada día con alguna noticia con lectura negativa. “Hay indicios que invitan razonablemente a serlo, porque vemos algunos avances”, afirma De Luis, quien asegura que esta “lucha armada” no está siendo inútil. “Todos estamos poniendo nuestro mejor saber y entender para que esto sea historia dentro de poco”.
Según las encuestas de opinión, se trata de un problema que no preocupa en la medida de su importancia. Isabel de Luis recalca que, por tanto, habrá que ser más contundente en las medidas preventivas y en todo lo relacionado con la sensibilización y educación. “La mujer, siendo la víctima de esta situación, es la que acarrea con todos los males e inconvenientes: abandona su casa, su profesión, tiene que recluirse, esconderse y llevar dispositivos de localización, con lo que su victimización es casi doble”.