Otras oposiciones están bajo sospecha en Canarias. En esta ocasión, las de ingreso al cuerpo de administrativos de la Comunidad Autónoma (grupo C, subgrupo C1). La primera prueba se celebró el pasado domingo. Se trataba de un examen tipo test con 50 preguntas. Al salir, las impresiones de aspirantes y de docentes preparadores coincidían sobre su inusual dificultad y dureza. La publicación de las notas lo ha confirmado. De las 4.260 personas que finalmente se presentaron, solo aprobaron nueve. Un 0,21% del total. El 91% obtuvo menos de un tres. El 45% no superó el uno.
Las quejas y reclamaciones han precipitado los acontecimientos. El jueves, el tribunal calificador presentaba su dimisión en bloque. Este viernes, la Dirección General de Función Pública anunciaba la suspensión de la fase de oposición y la apertura de un expediente informativo para esclarecer los hechos.
En ese comunicado, la Consejería de Administraciones Públicas destacaba que las dos personas que habían logrado la mayor puntuación tienen un “parentesco directo” con la anterior directora de Función Pública, Águeda Márquez, que estuvo en el cargo durante los últimos meses del gobierno progresista liderado por el PSOE (de febrero a agosto) y que, según las fuentes consultadas por este periódico, se acaba de jubilar.
Esas dos mejores notas corresponden a una pareja, a la hija y el yerno de la exdirectora. Ella obtuvo un 7,5 sobre diez. Él, un 7,4. La nota promedio entre todos los aspirantes fue de un 1,6 y solo aprobaron otros siete, una con un 6,8 y el resto, con un 6 o menos.
La hija y el yerno de Márquez habían sido nombrados a finales de abril personal funcionario de carrera en el cuerpo de auxiliar de bibliotecas tras superar otro proceso selectivo. Aunque pertenecen al mismo subgrupo (C1), hay una diferencia entre los auxiliares de biblioteca y los administrativos. Así, mientras los primeros se encuadran en un nivel retributivo 18, los segundos pueden alcanzar niveles superiores según los puestos a los que accedan y, por tanto, unos emolumentos sustancialmente mayores.
Es la propia Márquez la que, como directora de Función Pública, firmó a finales de abril el nombramiento como funcionarios de carrera, en la categoría de auxiliares de biblioteca, de su hija y de su yerno. También suscribió la composición del tribunal de las oposiciones al proceso selectivo para el cuerpo de administrativos.
En relación con estas últimas oposiciones, fue el Sindicato de Empleados Públicos de Canarias (Sepca) el que advirtió a principios de semana, a través de un escrito remitido al actual director de Función Pública, de la dificultad de la prueba. Resumía las quejas y comentarios de los aspirantes en “preguntas con enunciados excesivamente largos, abundante exposición al fallo en las opciones de respuesta y una dificultad teórica sobredimensionada en relación con las funciones asignadas” al cuerpo al que se opositaba, el de los administrativos de la Comunidad Autónoma.
Una de las personas que se presentó a esta prueba señala que no es que se tratara de un examen difícil “dentro de las competencias” que se exigen para el acceso, sino que era “imposible”. En declaraciones a la cadena Ser, el director de la academia de preparación Las Cortes, Víctor Cabeza, calificaba la prueba como “la más difícil de la historia de función pública” y afirmaba que no había visto nada igual en veinte años. Este preparador anunció su intención de acudir a la Fiscalía para poner en manos del Ministerio Público la documentación recabada a lo largo de estos últimos días.
De momento, las sospechas se centran en esa inusual dificultad del examen y el parentesco de los mejor puntuados, pero algunos aspirantes también han expresado sus recelos por otras coincidencias de nombres y apellidos que se han producido en recientes procesos selectivos y alguno también afirma que, cuando se le entregaron los exámenes el pasado domingo, no estaban precintados.
El embrollo de las oposiciones en Canarias no acaba en la de administrativos. Para el 14 de octubre estaba previsto que se celebrara la prueba de acceso para auxiliar administrativo. Sin embargo, ese primer ejercicio ha quedado suspendido después de que el mismo tribunal presentara también su renuncia en este proceso.
Este último caso hace recordar al de las últimas oposiciones de Enfermería celebradas en Canarias, en las que los únicos tres opositores que no registraron ningún fallo en el examen (aunque sí dejaron preguntas sin contestar) estaban relacionados entre sí y eran la hija del presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, una amiga y la pareja de esta. El caso se judicializó y acabó siendo archivado al no apreciar la jueza ninguna anomalía en aquel proceso selectivo.
Comisión permanente
Para Chicho Mayoral, director de la academia Kuma y preparador de opositores, todas suspicacias en torno a las oposiciones en Canarias desaparecerían si en la comunidad autónoma se implantara una “comisión permanente de selección” como la que opera desde hace años en los procesos selectivos de la Administración del Estado.
Se trataría de una comisión en la que todos sus miembros se dedicarían en exclusiva a la tramitación de todos los procesos selectivos que se celebran en el Archipiélago, tanto para el Gobierno de Canarias como para cabildos y ayuntamientos. A estos funcionarios se les despojaría de otras funciones para centrarse en las oposiciones y su mandato estaría limitado a cuatro años. “Garantiza el control de los tribunales”, defiende.
Mayoral remarca el esfuerzo que conlleva la preparación de estas pruebas y la “frustración” que genera entre los aspirantes situaciones como la que han experimentado esta semana. Al director de Kuma le produce “extrañeza” los resultados del primer ejercicio para el cuerpo de administrativos, conocidos este viernes.
Además, recuerda que se ofertaban 32 plazas y solo han aprobado nueve, por lo que entiende que solo se pueden dar dos soluciones: o repetir el examen o bajar la nota de corte no solo para cubrir esas plazas, sino también para crear una lista de reserva suficiente a la que poder acudir para interinidades y sustituciones.
Este periódico ha intentado sin éxito contactar con la exdirectora general de Función Pública, Águeda Márquez. En su entorno profesional y político ha sorprendido la noticia porque se trata de una persona muy respetada.