El Partido Animalista PACMA ha convocado este viernes, 12 de agosto, un nuevo acto de repulsa al proyecto de la primera granja de pulpos comercial del mundo que la empresa Nueva Pescanova pretende instalar en el Puerto de Las Nieves, en Gran Canaria. La protesta tendrá lugar en el paseo de Las Canteras, a la altura de Playa Chica, entre las 18:00 y las 19:30 horas.
Los animalistas presentaron en mayo ante el Gobierno de Canarias alegaciones suscritas por un centenar de colectivos ecologistas y sociales y expertos en medio ambiente que se oponían al proyecto de Nueva Pescanova. En un comunicado enviado en aquel momento, las entidades firmantes defendieron que la propuesta, que desarrolla una de las patentes más cotizadas en el sector de la acuicultura de las últimas décadas, tiene “numerosos cabos sueltos”, adolece de defectos de tramitación y podría ocasionar un grave impacto en los ecosistemas locales de Canarias. “En la documentación presentada por Nueva Pescanova para la obtención de las licencias de explotación no consta resolución del expediente administrativo correspondiente a la solicitud de otorgamiento de concesión, no consta informe de compatibilidad del Ministerio para la Transición Ecológica y no consta solicitud de evaluación de impacto ambiental o tramitación”, señalaban.
Desde su punto de vista, “la información entregada por la empresa para la obtención de los permisos en relación al impacto medioambiental de la granja también necesitaría una descripción más detallada de las características del tratamiento de microfiltración a realizar (con el agua que se verterá al mar desde la instalación) y no se mencionan los impactos en la calidad del aire que podría tener este proyecto”.
Estos colectivos ambientales y animalistas cuestionaron además que “la granja marina de pulpos sea necesaria o pueda contribuir a los objetivos indicados en el proyecto, como disminuir el esfuerzo pesquero sobre estas especies en libertad”. “Al contrario, un repaso del proyecto pone inmediatamente de manifiesto los graves problemas ambientales que pueden derivarse de este tipo de instalaciones y perjuicios en distintos ámbitos”, opinan. En sus alegaciones, advierten del riesgo de extensión “de patógenos y enfermedades desconocidas que los pulpos en cautividad podrían contribuir a propagar al ecosistema marino salvaje”.
“El área de mayor preocupación que existe en este momento es esta, ya que se podría crear una crisis de salud pública sustancial en Las Palmas de Gran Canaria”, sostenían en el comunicado.
También alertan de que alimentar a los pulpos requerirá “de una dieta carnívora que se basa en prácticas de pesca insostenibles, creando una mayor presión sobre los recursos marinos ya escasos”, por lo que entienden que el proyecto “parece incompatible” tanto con las directrices estratégicas para una acuicultura de la UE más sostenible como con el Pacto Verde Europeo.
Asimismo, denuncian que “no existe legislación europea o nacional que regule el bienestar” de los cefalópodos, “ni las prácticas de su cría intensiva, pero está científicamente contrastado”, añaden, “que los pulpos tienen la capacidad de percibir, sentir dolor, tener respuestas emocionales, tener memoria a largo y corto plazo, tener cognición compleja y realizar aprendizaje social”.
Promesas de empleo e inversión de 65 millones
Cabe recordar que el proyecto de Nueva Pescanova fue publicado en el Boletín Oficial del Estado el 2 de julio de 2021, en el que se anunciaba la solicitud de la entidad a la Autoridad Portuaria de Las Palmas para la concesión de dominio público. En concreto, pedía los permisos para ocupar una superficie de 52.691 metros cuadrados de superficie, 713 m2 de subsuelo y 517 m2 de espacios sumergidos para instalar “una granja de cultivos marinos”, situada en el muelle Nelson Mandela, en la zona de servicios. Para llevar a cabo el proyecto, Nueva Pescanova prometió una inversión de 65 millones de euros, unos 300 empleos, entre directos e indirectos, y unas 3.000 toneladas al año de producto, que se destinará a la exportación.
El primer anuncio público de esta iniciativa lo hizo Luis Ibarra, presidente del Autoridad Portuaria de Las Palmas, en la Feria Internacional del Mar de 2021. Los contactos entre Nueva Pescanova y la entidad empezaron “en abril del año pasado”, según señaló Ibarra, quien recuerda que fue la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria (SPEGC) quien los puso en contacto. “Fue una gestión de última hora”, porque la empresa ya tenía prácticamente cerrada su localización en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife. La mejor ubicación de la parcela en la capital grancanaria decantó a Nueva Pescanova por cambiar de idea.
Ibarra destacó que si la granja de pulpos genera 300 empleos, sería “la actividad que concentraría el mayor número de puestos de trabajo en el puerto, con diferencia”. Para la Autoridad Portuaria, esta iniciativa supondría “una actividad adicional que diversifica la economía canaria y que implementa una estrategia de un nuevo nicho de mercado; todo lo que sea el posicionamiento del Puerto y la diversificación de la economía siempre lo vemos en positivo”. Sobre el rechazo al proyecto, Ibarra dice que respeta todas las críticas, pero “si tienen los permisos medioambientales oportunos y los informes favorables, nosotros no tenemos nada que decir”. El proyecto está pendiente del informe de impacto ambiental de la dirección general de Transición Ecológica y Lucha Contra el Cambio Climático y de los permisos de la Dirección General de Pesca.
La iniciativa también trata de responder a la demanda de pulpo mundial. El último informe anual de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (2019), engloba las capturas totales por grupos de especie e incluye junto al pulpo a los calamares y las jibias, que ascendieron a 3.735.781 toneladas. Y la FAO (siglas en inglés de la organización de la ONU), estima el valor de este grupo en 10.236 millones de dólares en 2019, aumentando respecto al de 2013, cuando lo situaba en 7.914 millones.
Sin embargo, las coyunturas internacionales han provocado que los suministros de cefalópodos, en particular de pulpo, se vuelvan cada vez más escasos en los últimos años a medida que ha disminuido la productividad de importantes pesquerías de pulpo, señala la FAO, un motivo más que lleva a su cría en cautividad para responder a la demanda de un animal que puede realizar puestas de hasta 500.000 huevos y tiene un ciclo de vida corto, de entre 1 y 2 años.