'Paisajes en transición', transformaciones arquitectónicas para aliviar los efectos del cambio climático
El Departamento de Arte, Ciudad y Territorio y la Escuela de Arquitectura, junto a la Consejería de Política Territorial y Paisaje del Cabildo de Gran Canaria, organizan la jornada Paisajes en Transición, en el Salón de Actos de la Escuela, el viernes 22 de noviembre desde las 09:00 horas.
Este evento tiene como objetivo reflexionar y debatir sobre las dinámicas asociadas a la transición energética, con especial interés en los probables escenarios de futuro y sus posibles consecuencias en la transformación del paisaje, y, a partir de ahí, deliberar en torno a la importancia del planeamiento en la gestión ordenada del territorio y en la caracterización de los distintos paisajes que lo conforman, atendiendo a las nuevas demandas energéticas en relación con las medidas de lucha contra el cambio climátioc y adaptación a los nuevos fenómenos asociados a él.
El turno de ponencias que inaugura la jornada contará con las aportaciones de las arquitectas Mònica Beguer Jornet y Helena Cruz Gallach, directoras del estudio profesional TerritorisXLM, especializado en planificación urbanística comprometida con el medio ambiente y el bienestar social. Trabajo por el que el estudio ha sido reconocido con el Premio Cataluña de Urbanismo en 2024, cuyo accésit ya recibió en 2016 y 2022, así como con la clasificación como finalista en la categoría de planeamiento de los European Award for Architectural Heritage Intervention y con una mención especial de la New European Bauhaus en el año 2023.
En este paso por Gran Canaria, las arquitectas expondrán el Plan de regulación e implantación eólica en la Jonquera, galardonado con el premio Solà Morales 2023. “Hay una parte de responsabilidad, que yo creo que no solo no podemos eludir, sino que ya no es solamente dejar de hacer las cosas mal, por decirlo de alguna manera, sino que debemos ya de una vez por todas comprometernos a que cualquier desarrollo urbanístico, en el sentido más amplio de la palabra, no hablo de nuevos crecimientos urbanos, sino que cualquier transformación urbanística conlleve en sí mismo una mejora de las condiciones ambientales de esa área”, explica a esta redacción la arquitecta Berguer Jornet.
“Hablamos sobre todo de la implantación de eólicas. Tiene un impacto la construcción y ejecución de la implantación, los aerogeneradores, los caminos que necesitan la evacuación de la energía, que es importante. Si no hay una regulación que garantice ese equilibrio, ¿de qué manera compatibilizamos esos distintos usos y necesidades, hay un miedo importantísimo de la gente que vive del territorio y cree que se rompe su paisaje”.
Para Berguer, existe un gran riesgo en la situación actual del modo en que la sociedad percibe la implantación de los parques eólicos porque “pensamos las posiciones en extremos, entre los que sí o sí quieren hacer eólica o renovable y los que no quieren nada porque el impacto que tiene es demasiado grande. Hemos dejado en un vacío el punto intermedio, que es lo que necesitamos para que las cosas pasen, pero pasen bien, de la mejor manera posible”.
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