Podemos considera que Canarias puede liderar y “ser la vanguardia” para conseguir la regulación del cannabis en España. Así lo ha afirmado este sábado Juán Márquez, secretario de Acción Institucional y Mediación de la formación morada en las Islas y coordinador del grupo parlamentario.
Tras la pasada comparecencia en la Comisión de Sanidad del titular de la Asociación de Usuarios y Estudios del Cannabis Medicinal Kaizen Tenerife, Jesús Manrique, solicitando en el Parlamento la regulación del uso terapéutico del cannabis en Canarias, Márquez insiste en que “el Archipiélago puede ser un excelente escenario para que España se sume a países como Canadá legalizando el cannabis”.
La aprobación en el Senado canadiense de la legalización del cannabis en el país americano, que se formalizará en octubre, ha abierto de nuevo el debate sobre el uso del cannabis, tanto para fines terapéuticos como recreativos.
Podemos recuerda en un comunicado que la regulación de este psicotrópico, “del que se ha demostrado científicamente sus beneficios en el uso terapéutico para determinadas dolencias”, corresponde al Gobierno de España.
El Parlamento de Canarias instó el año pasado al entonces Gobierno de Mariano Rajoy a promover avances sólidos, tanto en la regulación como en la interpretación jurídica, que permitan avanzar en el consumo del cannabis, siempre desde la perspectiva de que se trata de un producto que conlleva riesgos para la salud.
En España, el artículo 368 del Código Penal prohíbe la venta de cannabis pero no su consumo, por lo que es legal la venta de semillas y el cultivo y consumo personal de la marihuana en lugares privados, lo que ha permitido la proliferación de clubes y asociaciones.
Como la ley no distingue entre cannabis terapéutico y recreativo. Varias decisiones judiciales muestran que esta distinción está siendo cada vez más valorada, como la que dictó el Tribunal Supremo el 7 de septiembre de 2015 y en la que se dice que “el cultivo compartido de cannabis destinado al consumo exclusivo y excluyente de quienes promueven esa producción a escala reducida, aún siendo actividad no legal, puede carecer de relevancia penal en determinadas condiciones”.
En la iniciativa conjunta de PSOE, Podemos y NC aprobada en 2017 por el Parlamento, también se solicitó a todos los clubes y asociaciones cannábicas, unas 200 registradas en toda Canarias que, mientras no exista una regulación estatal expresa en la materia, establecieran mecanismos de autorregulación, buenas prácticas y colaboración con la Administración.
“¿Hasta cuándo vamos a seguir obviando la existencia de estos clubes? La gente consume cannabis y, con una regulación por parte del Estado, se evitaría el consumo de los menores y el enriquecimiento de las mafias”, expresó Márquez, quien valoró las enormes posibilidades que tiene Canarias para la producción de esta planta.
Beneficios económicos
“Los beneficios económicos que tendría la legalización para el Archipiélago son incalculables. Por nuestras condiciones naturales, se podría recoger tres cosechas al año. La producción agrícola no solo crearía puestos de trabajo sino que supondría una inyección económica gigante a través de los impuestos”, explicó Márquez.
Además, considera que la ilegalidad del cannabis es “un negocio redondo para las mafias pero también para la industria farmacéutica, que no le interesa nada los beneficios terapéuticos de uso del cannabis”.
Márquez defiende que “una empresa pública que se asegurara un escrupuloso control en el cultivo y comercialización para fines terapéuticos y recreativos generaría ingentes ingresos al Estado que podrían hacernos tener la mejor sanidad pública del mundo”.
Al respecto, hay que recordar que en California, uno de los 29 estados norteamericanos donde el cannabis terapéutico es legal, la industria cannábica proyecta que la facturación llegará a 6.500 millones de dólares para el años 2020.
Propiedades terapéuticas
Alemania, la República Checa e Italia han iniciado programas de cannabis medicinal. Portugal ya lo tiene, pues en enfermos de SIDA se ha comprobado que su uso aumenta las ganas de ingerir alimentos con lo que se produce un aumento de peso.
Por esta misma razón Márquez incide en que la planta también estaría aconsejada en los casos de anorexia, para ayudar a controlar los vómitos y nauseas que producen los tratamientos con quimioterapia y que sus propiedades analgésicas la hacen muy efectiva para calmar el dolor.
Asimismo, disminuye la presión intraocular lo que la hace indicada en casos de glaucoma. Sus propiedades antiespasmódicas y antitemblor pueden ser útiles en el tratamiento de enfermedades como el Parkinson, esclerosis múltiple y de la médula espinal.
Algunos componentes del cannabis tienen efectos broncodilatadores, por lo que puede estar indicada en casos de bronquitis asmática, y calma la ansiedad y el nerviosismo en casos de insomnio.
En 2014, la propia ONU reconoció explícitamente la legalidad de estas actuaciones y programas de los estados y países.
“Tras la legalización en Canadá, desde Podemos creemos que se debería abrir un debate y una votación definitiva que resolviera de una vez por todas su legalización”, concluye.