El Tribunal Supremo ha condenado a siete años de cárcel a un hombre que violó a su hija de 19 años en Gran Canaria tras inducirla a que tomara una dosis de medicamentos superior a la que tenía pautada para tratar una depresión, con el propósito de quedara en estado de somnolencia.
Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 27 al 28 de febrero de 2014, cuando la víctima ya se había acostado en la cama.
La joven se había tomado una dosis de pastillas (antiepilépticos y benzodiazepinas) muy superior a la habitual, porque su padre la había convencido de que lo necesitaba.
Ello, resalta la sentencia, mermó “considerablemente” sus facultades y le impidió resistirse al abuso sexual, a pesar de que era consciente de lo que estaba sucediendo.
El procesado, que tiene antecedentes por robo y malos tratos, fue condenado por estos hechos por la Audiencia de Las Palmas a ocho años de cárcel por abuso sexual con penetración, con las agravantes de uso de fármacos y aprovechamiento de vulnerabilidad.
El Supremo confirma su condena en lo fundamental, pero la reduce de ocho a siete años de cárcel, porque entiende que no se puede aplicar al acusado al mismo tiempo las agravantes de uso de fármacos y de aprovechamiento de vulnerabilidad, ya que ello supone valorar dos veces un mismo hecho, como planteaba la propia Fiscalía.