Entre 3.500 y 4.000 personas, según la Policía Local, asistieron este Domingo de Ramos a la tradicional procesión de La Burrita en la capital grancanaria, que se inició en la ermita de San Telmo, después de bendecir las ramas de olivo su párroco, Ricardo González.
La procesión, la primera de las ocho que se celebrarán a lo largo de la Semana Santa en la capital grancanaria, tras recorrer la calle de Triana y alrededores, llegó al Parque de San Telmo, donde se celebró una misa que presidió el obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases.
Unos 30 niños de la parroquia de San Telmo que se preparan para su primera comunión, vestidos de nazarenos, encabezaron la procesión, presidida por el párroco y el vicario de Las Palmas de Gran Canaria, Hipólito Cabrera, así como por otras autoridades municipales.
El trono de La Burrita, que fue adquirido a finales del siglo XIX en Valencia y cuyo autor se desconoce, además fue acompañado por numerosos fieles que portaban ramas de olivo, como es tradición, así como por una banda de tambores y cornetas.
Esta procesión, que representa la entrada de Jesucristo en Jerusalén, donde más tarde sería prendido por la Centuria Romana y crucificado, es una de las más concurridas en la capital grancanaria, sobre todo por niños.
La coral de la parroquia, durante el recorrido del trono por las calles de la zona de Triana, ofreció un concierto en el quiosco de la música del Parque, donde posteriormente se ofició la misa.
La procesión de La Burrita lleva realizando este recorrido desde los años sesenta, pues antes el trono salía de la Catedral de Santa Ana y concluía en la ermita de San Telmo.