Los 12 radares fijos que tiene la Dirección General de Tráfico (DGT) en Gran Canaria (cuatro), Tenerife (cuatro), Fuerteventura (dos), Lanzarote (uno) y La Palma (uno), recaudaron hasta el 21 de noviembre de 2017 un 1.375% más que durante todo el año 2016. En total, hasta el penúltimo mes del año pasado, la DGT cobró a través de las multas 2,8 millones de euros en Canarias, 1,39 en la provincia oriental y 1,46 en la occidental, lo que contrasta con los 194.860 euros que recaudaron en los 12 meses del año 2016, cuando los cinemómetros solo sancionaron en la provincia de Las Palmas, sin ninguna multa en Santa Cruz de Tenerife.
Según se desprende de la respuesta a la pregunta parlamentaria realizada por los diputados socialistas Miguel Ángel Heredia y Pablo Bellido, en total en Canarias, hasta el 21 de noviembre, los radares multaron por exceso de velocidad a 79.785 vehículos, 40.130 en la provincia de Las Palmas y 39.655 en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Llama la atención que, según los datos facilitados a estos dos parlamentarios por la DGT, en el año anterior en Santa Cruz de Tenerife no se registró ninguna multa y en Las Palmas tan solo 5.193 en los 12 meses. A ello hay que añadir que en 2015 en ninguna de las dos provincias se realizaron multas y en 2015 solo 4.650 en Las Palmas y 1.060 en Santa Cruz de Tenerife, lo que confirma el alza en estos datos.
En Tenerife está el radar que más multas registró en Canarias, al menos, hasta el 23 de octubre de 2017. Es el situado en la TF-13 en el punto kilométrico 0,5 de la Vía Ronda de La Laguna en dirección a Tegueste que multó 23.789 veces y recaudó 765.851,50 euros (el octavo del país). Los otros tres radares fijos de la isla se sitúan en la TF-1, en el punto kilométrico 59,2, cerca del aeropuerto Reina Sofía en dirección sur, que cazó a 5.030 vehículos, que se tradujeron en 159.806 euros; y dos en la TF-5, en el punto kilométrico 15,5, en Guamasa dirección La Laguna (941 multas y 31.300 euros) y en el 20,6, en El Sauzal dirección Puerto de la Cruz (417 multas y 15.800 euros).
Mientras, en Gran Canaria se sitúa el segundo radar que más multa de Canarias, el situado en el kilómetro 42,2 de la GC-1, en dirección sur, antes de la salida a Playa del Inglés y San Fernando, que hasta el mes de octubre realizó 14.922 multas (el 23º del país) y recaudó 530.113,28 euros. Los otros tres radares fijos en la isla se sitúan en la GC-1 también. El del punto kilométrico 5,3 registró (a la altura de Jinámar dirección norte) 5.486 infracciones de velocidad -197.100 euros-; el del kilómetro 56,6 (antes de Arguineguín en dirección Maspalomas) 4.181 multas -127.315 euros-; y el del kilómetro 15,1, situado en las cercanías del aeropuerto en dirección sur, tan solo 18 multas que se tradujeron en 600 euros.
En Fuerteventura los dos radares fijos están en la FV-2 en el punto kilométrico 1,2 -8.346 multas para un total de 264.950 euros- y en el 0,5 -804 infracciones para 4.450 euros, en el tramo que conecta la capital con el aeropuerto. Los otros dos cinemómetros fijos están en La Palma, en la LP-3 en la recta de El Padrón, en El Paso, que recaudó 305.430 euros que se repartieron en 6.816 multas, y en Lanzarote en la LZ-2, carretera que une Arrecife con Tías, en el punto kilométrico 1,2, que multó a 5.710 vehículos que se tradujeron en 188.134,42 euros.
Según la DGT, los más de 70,6 millones de euros cobrados en multas en todo el país se han destinado para el mantenimiento de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (nóminas, vestuario, vehículos, instalaciones, mantenimiento, etc.), de los ocho Centros de Gestión del Tráfico repartidos por España, así como a las patrullas de helicópteros, entre otros. Además, en la respuesta parlamentaria se recalca que “España registra uno de los porcentajes más bajos de Europa en número de radares tanto por habitante como por kilómetro cuadrado” y que en 2016 hubo 1.810 fallecidos y 9.755 heridos hospitalizados siendo la velocidad uno de los principales factores de riesgo en la producción de siniestros. Cada año, más de 300 personas mueren en las carreteras en accidentes en los que la velocidad fue un factor concurrente.