Sesenta y dos menores saharauis de 9 a 13 años ya están en Gran Canaria para disfrutar del verano con familias de acogida dentro del proyecto Vacaciones en Paz, una iniciativa que lleva 40 años desarrollándose en España para que estos pequeños se alejen durante casi dos meses de las duras condiciones en las que viven el resto del año en los campamentos de refugiados de Tinduf.
Unas condiciones que en verano se recrudecen debido a los más de 50 grados de temperatura. Los niños y niñas estarán hasta septiembre gracias a este proyecto organizado por la Asociación Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, que cuenta con el respaldo del Cabildo.
Convivirán con familias de todas las comarcas de Gran Canaria, que son los pilares básicos que sostienen este programa, aseguró el presidente de la Asociación, Octavio Melián, quien agregó que les acogen con el cariño propio de los canarios.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, recibió este lunes a los niños y niñas, les dio la bienvenida y expresó su especial agradecimiento a las familias de acogida por su solidaridad y por su entrega, y resaltó que más allá del apoyo de las instituciones y ONG, sin su ayuda este proyecto no podría llevarse a cabo.
Morales aprovechó también para reafirmar el compromiso del Cabildo con la causa saharaui, al igual que con la solidaridad internacional, y recordó que en el anterior mandato fue recuperado el programa Gran Canaria Solidaria y que este año la Institución insular ha cumplido su compromiso de destinar el 0,7 % del presupuesto de inversiones y subvenciones a la ayuda internacional.
Recordó que el pueblo saharaui atraviesa momentos difíciles y que, además, el cambio climático está incidiendo de manera más especial en los territorios en los que viven, con periodos de intensa sequía, lluvias torrenciales e intenso calor, por lo que es más necesaria que nunca la solidaridad.
Además, explicó que el Cabildo volverá a enviar en los próximos meses 1.200 toneladas de gofio a los campamentos de refugiados a través del Programa Mundial de Alimentos, con el fin de paliar las necesidades nutricionales de la población, de modo que serán 2.500 toneladas en dos años.
Este producto típico canario estará incluido en las 125.000 raciones mensuales de comida que distribuye este programa de las Naciones Unidades y que en esta ocasión beneficiará además a 40.000 estudiantes, ya que 400 toneladas van destinadas a realizar un preparado de gofio, azúcar y aceite para los comedores escolares y fomentar así que los menores vayan a la escuela.
Por último, pidió a los menores que transmitan a sus padres que no están solos, que hay muchas personas, organizaciones e instituciones luchando para que se cumpla el derecho internacional y las resoluciones de la ONU, y para que el pueblo saharaui vuelva a los territorios ocupados y ejerza la soberanía a la que tienen pleno derecho.
El consejero de Solidaridad Internacional, Carmelo Ramírez, reclamó que el pueblo saharaui pueda ejercer su derecho a decidir su futuro mediante un referéndum y denunció la ocupación ilegal del Sáhara Occidental, las torturas y violaciones de los derechos humanos contra este pueblo y el expolio de sus recursos naturales.
El grupo de menores expresó su alegría, algunos por reencontrarse en Gran Canaria con sus familias de acogida ya que repiten experiencia y otros porque es la primera vez que llegan a la Isla para disfrutar de la playa y de la comida canaria. Cada uno de los pequeños recibió de manos del presidente, acompañado por otros miembros de la Institución, un balón y una mochila con material escolar, ropa, chocolatinas, una linterna solar y un termo.
Disfrutarán las próximas semanas de actividades de ocio y a la vez serán sometidos a revisiones médicas para mejorar su estado de salud y su desarrollo porque en los campamentos dependen de la ayuda internacional para acceder a los productos más básicos y cada vez hay menos, lamentó el subdelegado del Frente Polisario en Canarias, Mohamed Said, quien agradeció especialmente al Cabildo por su ayuda humanitaria y por el envío de gofio por segundo año consecutivo ante la “tragedia” que viven.