A Carmen Caamaño la tenían que haber operado el pasado 11 de enero. Necesita de forma urgente una cirugía maxilofacial para extirparle un tumor, pero aún no la han operado por “falta de material”, según la respuesta exacta del Servicio Canario de Salud (SCS). El motor de la máquina que necesita para su operación está descatalogado y no lo han repuesto aún desde hace, al menos, cuatro meses. “Yo no he pedido nunca que me adelanten nada, pero lo que sí pido ahora es que me deriven a otro hospital”, dice Carmen.
Las consecuencias del retraso son que el tumor crece y eso, a su vez, le está provocando el desplazamiento del ojo, que ya alcanza una diferencia de un centímetro con el izquierdo. Además, le provoca fuertes dolores de cabeza, pérdida de visión, presión craneal y un zumbido constante en el oído.
Desde el 11 de enero ha hecho decenas de llamadas telefónicas y ha presentado varias quejas por escrito, hasta ahora sin éxito. Cuenta que la última vez que se puso en contacto con el Servicio Canario de la Salud fue para advertir de que le caducaban las pruebas de la anestesia y la contestación fue: “Señora, ya nos salta en el ordenador”. La última cita que tenía con el médico que sigue su caso era para el 22 de mayo y también se la han cancelado sin fijar una nueva fecha.
Carmen dice que ya se ha cansado del “deterioro físico y psíquico” que le está produciendo está situación y asegura que sufre “impotencia y rabia” por tener que hacer pública una situación médica que considera que tendría que pertenecer a su parcela privada, pero que se siente “en situación de abandono por el Servicio Canario de la Salud”.
Las molestias empezaron hace tres años en la sien izquierda. Los problemas también llegaron desde el principio porque su médico no le pidió un TAC ni una resonancia. Solo después de mucho insistir lo pidió la neuróloga, a la que acudía por otros motivos. Tras una resonancia, la deriva al Hospital Insular de Gran Canaria a cirugía maxilofacial porque ve una masa en la cabeza que abarca hasta la cuenca ocular.
Después de varias incidencias con las pruebas, que no se podían ver por la intranet, el cirujano le diagnostica displasia ósea y la cita en septiembre del año pasado para poder confirmar el diagnóstico. El 12 de septiembre firmó el consentimiento para una operación de remodelación cráneo facial. Este diagnóstico está considerado una enfermedad rara y de crecimiento lento aunque Carmen asegura que en su caso “se ha disparado” y que puede causar la pérdida de visión de su ojo izquierdo.