Tenerife cierra ya la fecha de la protesta del campo con tractores y animales en las calles para no coincidir con Gran Canaria

Román Delgado

Santa Cruz de Tenerife —

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Tenerife ya tiene fecha definitiva para su protesta, que es la avanzada por este periódico digital el miércoles (la del sábado 24 de febrero), y también ha decidido de forma definitiva la hora de inicio de esa misma movilización, las 11.00. Será una manifestación que recorrerá las calles del centro urbano de Santa Cruz de Tenerife, en la que seguro estarán muy presentes los agudos problemas de precio, sobreoferta y renta percibida que afectan a los plataneros canarios.

Según fuentes de las organizaciones profesionales agrarias (OPA) en Canarias, así se decidió en una reunión celebrada este jueves, donde también se informó de que las protestas en el resto de las islas se harán en fechas distintas de la tinerfeña, con Gran Canaria en la misma semana que la cita chicharrera y con mucha probabilidad un día o dos antes de esa, o jueves 22 o viernes 23. La decisión final se adoptará por consenso de las entidades agrarias convocantes de las tractoradas en el curso de la reunión prevista para el lunes próximo, víspera del festivo de Carnaval, martes. Ese es el momento fijado para definir el resto de fechas y lugares por islas, y además para concretar el manifiesto de demandas con el que se irá a las protestas en todo el territorio autonómico.

Las organizaciones profesionales agrarias representativas en Canarias (COAG, Asaga-Asaja, UPA y Palca-Unión de Uniones) desean que la convocatoria tinerfeña se convierta en una gran cita a favor de los intereses del campo isleño. Para lograrlo, desde este jueves, cuando han decidido los pormenores de esa movilización (la primera que se concreta en sus principales aspectos organizativos en toda Canarias, en la isla con mayor potencial agrícola del archipiélago), se han puesto a pedir colaboración y máxima ayuda a todas las entidades agrarias, empresas, agricultores y ganaderos locales, a los que solicita con insistencia que saquen sus tractores a pasear por las vías de la capital, también otros vehículos especiales, animales en explotación y productos agrarios de todo tipo.

A todo esto, sostienen, se tiene que unir una considerable afluencia de personas que viven del sector agrario o que empatizan con él y sus demandas, las que de nuevo plantean como soluciones a sus principales problemas y bloqueos, los que les impiden salir adelante con las máximas garantías, con la disponibilidad de una renta agraria sostenible y digna para poder vivir de estas actividades productivas primarias. 

Relación de reclamaciones que se hacen esperar

Las principales demandas trasladadas a las autoridades del sector son: ingreso por el comercio de sus productos por encima de los costes de producción (aplicación plena de la Ley de Cadena Alimentaria); erradicación de la competencia desleal, sobre todo de la relacionada con las importaciones desde terceros países (que producen con menos controles sanitarios, con el uso de insumos prohibidos en la UE y con salarios más bajos; por ejemplo, Marruecos…); defensa de las producciones de cercanía o locales; apuesta por el relevo generacional, la mujer y el desarrollo rural; mejora de la cobertura de los seguros agrarios en los actuales tiempos de sequía; garantía de acceso al agua en cantidad, calidad y precio aceptable, y avances en cuestiones sanitarias de productos vegetales y animales, con control de plagas con origen fuera de las islas, entre otras cuestiones.

En definitiva, todas son medidas para poder garantizar una renta digna a las familias, los empresarios y los trabajadores del campo isleño, de manera que el medio rural no se despueble, siga generando economía, tenga los servicios básicos propios de una sociedad desarrollada (educación, sanidad, internet, comunicación…), para vivir en condiciones aptas, y con todo eso contribuya a la conservación de paisajes singulares y del medioambiente natural.

Para que la agricultura no sea “una actividad sin futuro”

Tal y como han recalcado desde este jueves algunas de las entidades convocadas a la protesta del 24 de febrero en Tenerife, organizaciones que a su vez han informado a sus afiliados, como es el caso de Asocan (integrada en Asaga-Asaja y representativa entre los productores de flores y plantas), ahora es el momento “de exponer todos los elementos que están haciendo de la agricultura una actividad sin futuro, sin relevo generacional, sin incentivos para invertir o para apostar por ella”. 

La tinerfeña Asocan indica en su circular que “es el momento de poner a cada administración pública (en todos sus niveles: europeo, estatal, regional, insular y municipal) con competencias agrarias en su sitio y de identificar todas aquellas gestiones [para arreglarlas] que hacen que la agricultura europea no pueda competir con la de terceros países”.