Gran Canaria y Tenerife se mantienen en nivel 4 de alerta sanitaria. Así lo ha decidido el Ejecutivo canario en el Consejo de este jueves, 10 de febrero, en el que, como cada semana, se evaluó la evolución epidemiológica del Archipiélago y se estableció que las Islas mantuviesen el mismo semáforo. Sin embargo, los niveles de alerta ya no van a ser lo que eran. El Gobierno ha dispuesto una flexibilización de las restricciones, de tal manera que en las islas en nivel 4 se seguirán las medidas del nivel 3; las que se encuentren en el 3, las del 2; las del nivel 2, seguirán las del 1; y en el nivel más bajo se mantendrán iguales. Esto ha generado confusión: ¿por qué no bajar directamente a las islas de nivel?
El director del Servicio Canario de la Salud, Conrado Domínguez, ha señalado este viernes en La Mañana de Canarias, en la Cadena Cope, que, pese a que “el efecto práctico [de bajar de nivel] era el mismo” que el tomado de flexibilizar las restricciones, “los indicadores del bloque II no permitían bajarlos”. Es decir, el Gobierno de Canarias se justifica en las cifras de presión asistencial que presentan Tenerife y Gran Canaria para seguir manteniéndolas en el nivel máximo de alerta sanitaria. Sin embargo, la tasa de ocupación en UCI y planta en Tenerife se encuentra en riesgo alto (equiparable al nivel 3) y bajando, y Gran Canaria, a pesar de que su porcentaje de ocupación de las camas disponibles en planta se sitúa en riesgo extremo, está a punto de bajar a riesgo alto, donde también se encuentran sus UCI.
Para el director del SCS, tal y como recoge la Cadena Cope, la decisión de Canarias se corresponde con el sistema de semáforos aprobado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud: “Si solo vemos ese bloque II, las islas de Gran Canaria y Tenerife deben seguir en nivel 4; pero lo que no tenía sentido esa seguir aplicando las normas de ese nivel”. En definitiva, que la presión hospitalaria impide bajar de nivel, aunque las nuevas medidas sí correspondan al nivel inferior. En todo caso, el Ejecutivo apuesta por ir desescalando las medidas tras haber pasado lo peor de la sexta ola.
Carnaval
Por otro lado, al ser cuestionado si se podrá celebrar el Carnaval atendiendo a la flexibilización de las medidas ha apuntado que el “problema no está en el concepto del Carnaval”, sino que ha indicado que lo que hay que revisar es “qué es lo que se propone hacer, sigue habiendo eventos multitudinarios, con el tema de las mascarillas se cambia la fórmula que hay”.
Para ver las posibilidades existentes ha indicado que la próxima semana tienen previsto reunirse con representantes del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para analizar “qué es lo que se pretende hacer”, ya que ha manifestado que “siempre que se cumplan todas las normas y la situación epidemiológica lo permita, no” impedirán que se “haga ningún tipo de actividad cumpliendo todas” las normas y criterios.