El Centro Comercial Yumbo, ubicado en el municipio turístico de San Bartolomé de Tirajana, en el sur de Gran Canaria, presentaba este viernes por la noche una imagen que contradice las normas anti COVID vigentes en Canarias: grandes aglomeraciones de jóvenes, la mayoría sin mascarillas, y sin respetar la distancia de seguridad ni el límite de seis personas por grupo social.
Según ha confirmado la Policía Nacional a este periódico, un grupo muy numeroso, de unas 200 personas, la mayoría extranjeros que celebraban el Orgullo, fue dispersado del lugar y, según resaltan estas fuentes, no se produjo ningún incidente, pero sí aglomeraciones.
Se trata de la primera noche de fin de semana sin toque de queda en las Islas desde hace seis meses, cuando se instauró esa medida de restricción para contener la propagación del coronavirus en el archipiélago el pasado mes de diciembre. Pero tras decaer el estado de alarma en el país y no recibir esta medida concreta el aval judicial de Tribunal Superior de Justicia de Canarias, al Gobierno regional no le quedó más remedio que deponer esa limitación en la movilidad nocturna.
Ya se preveía que este viernes, y también este sábado, se produjera una afluencia masiva de personas a lugares de ocio, animados no solo por la eliminación del toque de queda sino también por la decisión del Gobierno de ampliar el horario de la hostelería, precisamente esta semana, hasta la medianoche. Sumadas estas dos circunstancias, el Gobierno, mandos de las fuerzas y cuerpos de seguridad, representantes de la Federación Canaria de Municipios (Fecam), de la Federación Canaria de Islas (Fecai) y de la Delegación del Gobierno se citaron este jueves en una Junta de Seguridad para preparar un dispositivo especial para frenar la celebración de fiestas ilegales e incumplimientos masivos de las normas vigentes. Según se anunció tras esa Junta, 7.000 agentes de Policía Nacional, Guardia Civil, Unipol, Policía Canaria y agentes de las policías locales velarían por el cumplimiento de las restricciones en este fin de semana.
Sin embargo, eso no ha evitado que en distintos lugares de las islas se hayan vuelto a ver fiestas ilegales y aglomeraciones de personas sin respetar las medidas anti COVID, como se ha podido ver en el Yumbo pese a la presencia policial.
Esta semana también se disolvió un botellón al que acudieron numerosos jóvenes en la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria. La Policía procedió a dispersarlos y a levantar actas por incumplimientos de las normas COVID, entre ellas no llevar mascarilla, beber y fumar en la vía pública, no mantener la distancia de seguridad ni el límite de personas en las reuniones sociales.