Agentes de la Policía Nacional han detenido a tres hombres --de 45, 50 y 55 años--, todos ellos con antecedentes policiales, por los delitos de estafa, apropiación indebida, falsedad documental y denuncia falsa después de que durante el primer confinamiento por el coronavirus defraudaran presuntamente más de un millón de euros con el material de protección sanitario para afrontar la pandemia, los EPI.
En concreto, los investigados --uno de ellos en Gran Canaria-- introdujeron sus sociedades, que estaban radicadas en Andalucía y Cantabria, en la cadena de distribución que se había creado en el ámbito nacional para abastecer de material sanitario a diversos servicios de salud públicos, operando principalmente en Gran Canaria, Galicia y Madrid.
Estas sociedades, actuando bajo el paraguas comercial de la distribución en España de EPI procedentes de China, defraudaron y desviaron entre marzo y mayo de 2020 fondos por un valor superior al millón de euros, según ha informado la Policía Nacional.
Estas detenciones se produjeron después de que los hechos fueran denunciados por un intermediario comercial de la capital grancanaria encargado de proveer de material sanitario básico a diversos servicios públicos de salud, centros médicos y hospitales durante el primer confinamiento, motivo por el que el Juzgado de Instrucción Nº7 de Las Palmas de Gran Canaria ordenó la investigación a los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF).
Operaciones fraudulentas
Los agentes de la UDEF comenzaron así la investigación que les permitió detectar numerosas acciones comerciales fraudulentas realizadas en cadena por dos mercantiles, enmascaradas todas ellas como operaciones de importación fallidas o incompletas de material sanitario desde China.
En concreto, debían haber llegado 400.000 artículos de protección sanitarios a centros médicos y hospitales públicos de la red sanitaria nacional, sin embargo los fondos destinados a proveer material sanitario básico a los servicios de salud de Galicia y Madrid, alrededor de 1.055.182 euros, se desviaron.
Este importe fue defraudado, desviado y dispuesto de forma particular por los tres empresarios investigados, quienes fraccionaron y transfirieron los flujos monetarios a cuentas bancarias particulares (algunas de ellas a nombre de testaferros) y de mercantiles bajo conceptos ambiguos o fraudulentos, o usados directamente en la adquisición de bienes muebles de alto valor como vehículos premium.
Ante estos hechos se detuvo a dos personas en Santander, mientras que el tercero se encuentra en prisión cumpliendo condena como consecuencia de una causa judicial anterior.
La investigación policial aún continúa abierta y no se descartan posteriores actuaciones policiales o detenciones.
Apariciones en televisión
Uno de los detenidos, que responde a las iniciales de J.M.A., intervino durante la pandemia en un programa de televisión en el que aseguraba que lo que él hacía era poner en intermediación fábricas chinas --que realizaban las EPI-- con hospitales españoles, según han indicado a Europa Press fuentes cercanas a la investigación.
En concreto, en su intervención aseguraba que el material según llegaba a las aduanas españolas iban a los hospitales geriátricos.