El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investigó el pasado 6 de febrero a un hombre de 42 años como presunto autor de un delito de maltrato animal en Gran Canaria, al tener a cuatro perros en unas condiciones que hacían peligrar su integridad física.
La Comandancia de Las Palmas informa este viernes de que los agentes denunciaron el delito de forma administrativa, por contravenir la Ley del Gobierno de Canarias de protección animal, ya que incurría varias irregularidades con las obligatorias cartillas de vacunación.
La nota especifica que el 16 de enero el Seprona fue alertado por una persona sobre la existencia de varios perros en mal estado de salud en la localidad de San Agustín, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, en concreto en unas instalaciones de una empresa. Tras el estudio de la información aportada, el Seprona coordinó y dispuso un servicio de inspección en compañía de una veterinaria de la Viceconsejería de Ganadería del Ejecutivo regional, acudiendo al lugar.
El Seprona y la facultativa realizaron el correspondiente examen del sitio y de los animales, que estaban en dos zonas diferentes, en su mayoría de raza podenco, empleados para la caza tradicional del conejo en la isla. Agrega que en la parte más baja de las instalaciones se hallaron unas perreras de hormigón y bloques, con varios cubículos en donde observaron que las condiciones higiénico-sanitarias no eran las adecuadas, ya que carecían de comederos y de comida a disposición en el momento.
Además, las perreras se encontraban muy sucias y con gran cantidad de excrementos, y el bebedero de hormigón que tenían presentaba poca de agua y de color verde, totalmente turbia y con restos de basura y sólidos flotando.
El comunicado resalta que los cuatro perros -muy asustadizos ante la presencia de personas- presentaban un estado físico de extrema delgadez, con lesiones cutáneas varias en distintas partes del cuerpo, incluyendo heridas abiertas -uno tenía parte del hueso del rabo al descubierto-, y abundantes parásitos externos, algunos con las orejas infestadas de garrapatas.
Una vez finalizada la inspección, de la que se levantó acta, y ante el estado extremo de salud de los perros y la falta de la atención debida, unido a las escasas garantías de que las condiciones de los animales mejoren de manera inmediata, fue acordada la retirada de los cuatro canes para que recibieran las atenciones necesarias.
De forma paralela, el Seprona realizó el preceptivo atestado policial, informando al Juzgado correspondiente, en funciones de guardia, de Maspalomas sobre el decomiso cautelar de tres perros podencos y un gran danés, así como de la investigación de una persona como supuesto autor de un delito de maltrato animal, contemplado en el Código Penal.