El geógrafo que estudia el mayor proyecto urbanístico de España: “Provocará gentrificación y más turismo en Tenerife”
En una continuación de su investigación, el doctor en Urbanismo Marcus Hübscher compara los dos megaproyectos que ha protagonizado la capital tinerfeña: el de Cabo Llanos, iniciado en la década de los noventa, y Santa Cruz Verde 2030, a punto de comenzar
El proyecto Santa Cruz Verde 2030, un megaplan urbanístico en el corazón de la capital de Tenerife para ocupar los 576.000 metros cuadrados de la antigua refinería, presume de proyectar altos porcentajes de espacios verdes, zonas residenciales y camas hoteleras para la ciudad. Es “la mayor operación [de este calibre] en España”, según el concejal de Servicios Públicos, Medioambiente y Proyectos Europeos del Ayuntamiento santacrucero, Carlos Tarife (PP), y también espera diseñar una localidad “más equilibrada y sostenible”. Pero al igual que otras muchas iniciativas de la misma índole, también traerá especulación, expulsión de la población local y aumentará el coste de la vida, según Marcus Hübscher, doctor en Urbanismo por la Universidad de Leipzig (Alemania).
Este geógrafo alemán lleva años estudiando el proceso de planificación de Santa Cruz Verde 2030. En algunas ocasiones, ya ha hablado sobre la “opacidad” del mismo; de cómo actores y promotores no están de acuerdo en algunos puntos de la operación; y también de que provocará una llegada masiva de turistas y alquiler vacacional. En esta ocasión, en un nuevo capítulo de su investigación publicado en la revista Springer, Hübscher estudia las similitudes y diferencias entre este plan y el de Cabo Llanos, iniciado en la década de los 90 también en Santa Cruz de Tenerife y que, al igual que plantea el más inmediato, supuso un antes y un después en el urbanismo de la capital tinerfeña.
“Ambos [planes] van a ser muy similares en sus consecuencias. Porque en Cabo Llanos vimos gentrificación y más turismo. Y en Santa Cruz Verde 2030 creo que también pasará eso, lo que ocurre es que hay una máscara, muy buena, que está ocultando estas cosas negativas”, explica el geógrafo en una entrevista para Canarias Ahora.
Como en el resto de la investigación, Hübscher ha analizado las 18 entrevistas realizadas tanto a las partes interesadas, los miembros del Ayuntamiento y CEPSA, la empresa gestora de la refinería, como a un amplio abanico de actores secundarios, entre ellos las organizaciones vecinales, inmobiliarias, científicos, arquitectos o partidos políticos relevantes. El objetivo del geógrafo era analizar si los planificadores de Santa Cruz Verde 2030, catalogado por el experto como de “megaproyecto” (también define así el Guggenheim, en Bilbao, o La Ciudad de las Artes y las Ciencias, en Valencia), han aprendido de otras operaciones semejantes, como la ejecutada en Cabo-Llanos en la misma zona. Y la respuesta es que sí, pero con matices.
Hübscher considera que Santa Cruz Verde 2030 es esencialmente diferente al plan de Cabo Llanos porque prevé levantar espacios verdes en un 41% de la unidad de actuación, algo que no hizo la operación anterior y que ha sido uno de sus “más obvios déficits”, según el experto. Sin embargo, esta apuesta por los jardines y parques urbanos esconde “una lógica empresarial oculta” que conlleva “la revalorización de los barrios adyacentes”. Básicamente, el geógrafo defiende que el precio de las viviendas anexas a estas zonas aumentará considerablemente, impedirá a los residentes locales comprar una y provocará un proceso de “gentrificación verde”, visto en otros lugares del mundo, según estudios.
“Es paradójico, porque en todas las ciudades necesitamos más espacios verdes [en Santa Cruz de Tenerife, de hecho, el 79,39% de la población vive en áreas donde menos de un cuarto de la superficie presenta cobertura vegetal, según el Instituto de Salud Global de Barcelona]. Pero cuando tienes un piso al lado de un parque, el valor es mucho más alto. Y ahora con esta operación eso va a ser una barbaridad”, opina Hübscher.
Para el geógrafo, los planificadores de Santa Cruz Verde 2030, que debería empezar a andar tras la aprobación definitiva del Plan General de Ordenación (PGO) de la ciudad, aún en tramitación, aplican una estrategia de enmarcar la iniciativa bajo los objetivos de habitabilidad, sostenibilidad y equidad. Pero él cree que esto se trata más bien de una “máscara” que reproducirá “viejas” injusticias espaciales, como las vistas en Cabo Llanos.
Allí, de acuerdo con una investigación difundida en 2003, se produjo un “proceso de elitización” tras el proyecto de remodelación de suelo previamente industrial. La entrada en el mercado de los grandes grupos inmobiliarios contribuyó a convertirla en “la zona más cara de la ciudad” y “las expropiaciones y derribos de inmuebles provocaron un auténtico vaciado poblacional del área”. El plan urbanístico de Cabo-Llanos ocupa una superficie de más de un millón de metros cuadrados, cuenta con varios centros comerciales, edificios de gran altura y bloques de viviendas y tenía como objetivo “construir un nuevo centro urbano representativo” para los ciudadanos de la capital tinerfeña. Pero 17 de los 18 actores consultados por Hübscher lo critican por ser una especie de “urbanización dormitorio” y destilar un “ambiente estéril”.
Uno de los principales problemas en Cabo Llanos, además, es la escasez de espacios públicos. La actuación prevé desarrollar varios, pero no lo ha hecho en los 30 años de vigencia del PGO de 1992, aún vigente. La Asociación de Vecinos Los Llanos ha exigido en reiteradas ocasiones una solución para los “incumplimientos urbanísticos” y considera, en palabras recogidas por Hübscher en su estudio, que las infraestructuras del lugar, como el Auditorio de Tenerife Adán Martín o el Recinto Ferial, “se diseñaron exclusivamente para un público objetivo regional o incluso internacional (…), mientras que se desatendieron las necesidades locales de los habitantes”.
En Santa Cruz Verde 2030, la intención principal es que el suelo público ocupe el 67% de la superficie disponible: 41% para zonas verdes, 10% para dotaciones y 16% para otros fines; el 33% restante será para hoteles (10%), equipamientos privados (2%) y alquiler residencial (21%). Esto último también ha ocupado tiempo al geógrafo alemán, en especial por ser Santa Cruz de Tenerife una localidad tensionada en el mercado de la vivienda y liderar, a modo ilustrativo, la clasificación de municipios españoles con más de 200.000 habitantes con mayor porcentaje de casas vacías (17,3%).
“Antes hablaba de los pisos que ya están, como en los barrios de Chamberí o Buenos Aires. Pero es que es que las nuevas viviendas que van a construirse… Vamos a ver si son sociales o no. En el planteamiento sí que está por escrito que podrán ser asequibles. Pero también se había dicho lo mismo para Cabo-Llanos. Los expertos con los que yo he hablado, entre ellos una mujer con más de 40 años de experiencia, me dicen con total seguridad que habrá especulación”, señala Hübscher. Es conveniente recordar que el accionista mayoritario de CEPSA es Mubadala Investment Company, el fondo soberano de Abu Dhabi, con una cartera de servicios especializada en infraestructuras energéticas y mercado inmobiliario.
En resumen, el autor del estudio cree que Santa Cruz Verde 2030 se diferencia del plan de Cabo Llanos en que propone “una importancia mucho mayor de los espacios públicos [también planifica la creación de una playa en la costa, una demanda social de la población capitalina], un enfoque sostenible y un uso residencial aparentemente menos elitista”. No obstante, la existencia de tales lecciones “no va necesariamente de la mano con una mayor sostenibilidad”, considera Hübscher, sino que “muestra la ambición de cada una de las partes interesadas por alcanzar sus objetivos de forma más eficiente”.
En este sentido, el geógrafo alemán observa que “viejas” dinámicas están siendo reproducidas. Y ve la gentrificación verde como “un proceso sigiloso que contribuye a una futura injusticia medioambiental”. “Hay una erosión de los entendimientos democráticos, que se hace visible en la planificación [de este proyecto] ya que no participan los actores secundarios. (…) Con las expectativas tan altas, será todo un reto cumplir los objetivos de Santa Cruz Verde 2030 como la panacea de la ciudad”, remacha el experto.
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