Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Historia de cine negro
Te has equivocado de planeta.
Definitivamente, te has perdido.
Quizá la razón sea tu insistencia
o puede haber sido por el vacío
reconvertido en sombra
al que pusiste nombre y apellidos.
Ya no le duele ni importa.
Alejandría es ahora un sitio
en el polo opuesto de la Tierra.
No le interesa ni afecta.
Declara perdido el sentido de esta guerra
que siempre valdrá la pena.
El viento aún pregunta
qué son todas estas letras.
Pocos pueden imaginar
el significado de tu respuesta:
“Es una larga historia
-agachando la cabeza,
media sonrisa en el rostro,
mirada al cielo por vergüenza y
por buscar en el recuerdo,
en esa distancia eterna
entre el lugar donde guardaste el pecho
y al que facturaste la cabeza-“.
Sobra toda descripción
para quien conozca esta contienda.
Robaron la luz del Sol
y ahora se vive en noche eterna
rescatando las memorias
de los cantos de sirena.
La única esperanza es caer,
saber que te precipitas
sólo una última vez
y confiar en que para siempre
la llegada esperando esté.
Recuperar o no ser.
Nada sirve para nada
dicen todas tus falanges cruzadas
cuando cada día deseas
escuchar una sola de sus palabras,
un abrazo de perdón,
un holaquétalcómoestás
que borre las buenas noches mal dadas
y te haga regresar… al principio.
Deberías dejarte ser un poco más añorado
antes que aborrecido.
Pena, sí, es lo que toca sentir,
de estas cartas marcadas de olvido.
Secretos, desplantes, balas
perdidas contaminan el momento,
llenan escenas del crimen,
te retuercen hasta quedar en silencio.
¿En qué preciso instante
se convirtió todo esto
en una violenta historia
más propia del cine negro?
Que pase ya la siguiente,
que no queda nada dentro…
Todo seguirá conservado
por si regresa la Edad de Fuego.
Te has equivocado de planeta.
Definitivamente, te has perdido.