La herencia recibida

El caso mamotreto se cerró hace casi tres años con una sentencia firme que dejaba clara una cosa: el edificio de aparcamientos no terminado conocido como mamotreto debía ser derribado. Tres años y quinientas noches después, esa estructura sigue en el mismo sitio. Pero parece que el alcalde de Santa Cruz ha tomado medidas para encauzar la situación que ha provocado una crisis en el Consistorio local.

Este lunes el grupo de gobierno formado por Coalición Canaria y el Partido Popular tomó la decisión de adjudicar el derribo a la empresa Joca Ingeniería y Construcción, y lo que parecía una buena noticia y un punto positivo ante la opinión pública, pasó a convertirse en un dolor de cabeza.

A pesar del amplio consenso en el grupo de gobierno, el concejal Carlos Garcinuño, del PP, decidió votar en contra de esa adjudicación. Es de sobra conocido que para Garcinuño derribar el mamotreto resulta un error. El ya exconcejal de Urbanismo se ha apoyado hasta la saciedad en el argumento de que no tiene sentido derribarlo y luego querer construir un nuevo edificio de aparcamientos, el contemplado por el futuro Plan Especial de Las Teresitas, ahora en el trámite administrativo.

Para ello ha recurrido a juristas y ha encargado informes que nos han salido alrededor de 16.000 euros, todo ello con el único fin de demostrar que ese edificio es legalizable. Ante eso, el alcalde debió decirle algo así al edil: “Carlos, que no estás contando con la sentencia, que, si no lo derribamos, cometemos prevaricación. Y mira que luego salimos en los medios”. Y así le ha pasado, que ha salido en casi todas las portadas tinerfeñas.

Fue entonces cuando Garcinuño debió discrepar, tanto con sus compañeros de partido como con los de Coalición Canaria, porque los populares le pidieron que se fuera, como cuando los padres le dicen al niño que deje de molestar, “que están hablando cosas de adultos”. Pero Garcinuño ignoró la petición y los populares respondieron con otra puñalada al pedir al alcalde Bermúdez la destitución “inmediata” de aquél en todos sus cargos. Y Bermúdez lo ha hecho. Punto y minipunto para el equipo nacionalista.

Probablemente, Garcinuño no es la única persona que mantiene ese argumentario dentro y fuera del Ayuntamiento de Santa Cruz, de la misma forma que muchos siguen sosteniendo después de tres años y quinientas noches que lo que ocurrió con el mamotreto no fue un caso de corrupción. La diferencia es que el edil de Urbanismo se atreve a verbalizar su opinión, pese a estar en contra del mensaje estipulado. Punto y minipunto para Garcinuño.

El mamotreto y la playa de Las Teresitas prometen seguir contándonos historias interesantes e interminables; mientras, será Zaida González (PP) la que se ocupe del área de Urbanismo. La duda que me asalta es: ahora que no está Garcinuño y que se ha adjudicado el derribo, ¿veremos cómo se produce el milagro? ¿Cuánto tiempo tardará en producirse?