El Cabildo de Tenerife destinará 750.000 euros para mejorar la accesibilidad en el Auditorio Adán Martín. La decisión fue aprobada en la reunión del Consejo de Gobierno celebrada este miércoles, a propuesta del consejero insular de Cultura y Museos de Tenerife, José Carlos Acha. Sin embargo, siguen sin acometerse reparaciones en su exterior, pese a que, como reconoció la propia presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, el pasado mes de junio, el edificio “se cae a cachos”.
Acha considera que los 750.000 euros van a “facilitar el acceso a las personas con discapacidad en todos los procesos en el Auditorio, desde la llegada hasta las taquillas, los baños e incluso la instalación de un bucle magnético que permita una mejor audición”.
Estas acciones que se van a acometer antes de finalizar el año 2025 se incluyen dentro del Plan de Accesibilidad para Auditorio de Tenerife, que ha sido realizado con la Sociedad Insular para la Promoción de las Personas con Discapacidad (Sinpromi).
Este plan tiene entre sus objetivos establecer propuestas de mejoras de la accesibilidad, con un enfoque inclusivo y de manera transversal que garantice la igualdad de oportunidades a todas las personas que deseen acudir al Auditorio de Tenerife, explica el Cabildo. Por ello se ha elaborado una planificación para priorizar la ejecución de las actuaciones previstas, de acuerdo con el importe concedido por el Cabildo, que permitan obtener el certificado de Sistema de Gestión de la Accesibilidad Universal bajo la norma UNE ISO 170001-2-2007.
El análisis de las condiciones de accesibilidad se contempla desde diferentes perspectivas (física, sensorial y cognitiva) con la finalidad de evaluar las características funcionales de las cadenas de uso que pueden realizarse en el Auditorio de Tenerife.
Desperfectos
El Auditorio de Tenerife costó 74 millones de euros (12 para el arquitecto, Fernando Calatrava), el triple de lo incialmente presupuestado (26 millones) y su finalización se retrasó durante años. En la actualidad (en realidad, desde hace años) presenta gran cantidad de desperfectos en su fachada y cubierta, así como en zonas del interior.
Tal y como denunció este periódico meses atrás, el creciente desprendimiento de partes del trencadís, la célebre cubierta en forma de pequeños y brillantes fragmentos de cerámica blanca de esta obra y otras de Calatrava, así como las numerosas humedades interiores o las reparaciones o sujeciones de elementos de iluminación con simple cinta aislante vista (americana y normal) dan una impresión muy pobre que, encima, se mezcla con la absoluta impotencia que siente el Cabildo de Tenerife porque, de momento, no puede hacer nada debido a que la reparación de estos desperfectos tan impresentables, que se calculó en 2,6 millones de euros en 2017, está judicializada entre el arquitecto y las constructoras de la UTE responsable de los trabajos (Dragados, Acciona y Promotora Punta Larga, esta última, del empresario en prisión por el caso Las Teresitas Antonio Plasencia), ya que Calatrava se desentiende de la dirección y ejecución de la obra.
Así lo reconoció el pasado mes de junio a Canarias Ahora el consejero de Cultura, José Carlos Acha, quien lamentó que pasen los años sin que esta situación se resuelva, mientras el deterioro se agrava y la imagen del auditorio y, con ello, de una de las obras y edificios emblemáticos de la Isla, sigue perjudicándose. Eso sí, Acha subrayó que los informes periódicos que se elaboran sobre la estructura y sobre si el deterioro y las humedades pueden representar algún riesgo dejan claro que eso no se da, al menos de momento, y por esa razón se mantienen las actividades, programación cultural y demás usos del auditorio (donde hay una cafetería muy concurrida por residentes y visitantes) en un espacio ya emblemático por situarse junto al puerto santacrucero, el célebre castillo Negro, el parque marítimo y el Palmetum.