Canarias no se corta. Lejos de las grandes capitales mundiales, de las vanguardias más exclusivas que albergan esos centros de la cultura, emergen en medio del Atlántico creadores de diferentes estilos y naturaleza. De entre todos surgen un puñado de transgresores que han sabido hacer la lectura de su tiempo, conjugando tecnología, creatividad, letras irreverentes o los sonidos más folclóricos, en un mestizaje de músicas que van más allá de lo que está en el mercado. Efectivamente, ellos no suenan en las principales emisoras de radio, pero no por ello dejan de hacer ruido, quizás para contrarrestar, como en una metáfora de lo que esta sociedad de pan y circo demanda.
Y pese al mainstream, aun con todo, continúan componiendo, mezclando sonoridades de ayer y hoy al tiempo que aprovechan las ventajas del mundo virtual para propagar su trabajo. Son las suertes del siglo XXI, donde internet y sus redes sociales son la autopista idónea para hacer llegar lo que aquí se produce y que ya va contando con reconocimiento social en forma de premios y giras internacionales. Además, Canarias dispone de festivales (no se los pierdan) de reconocido prestigio que cada vez hacen notar que otras músicas son posibles: Keroxen, NUMACircuit, FMAC…
Así llega la nueva playlist, con una pequeña muestra de lo que se hace por aquí más allá del merengue y la folía. Pase y escuche, abra bien la oreja y despegue, el programa que va a escuchar es de altos vuelos, luego no diga que no se lo advertí.
1. Alien de GAF: el extraterrestre te atrapa desde el primer beat, ¿lo sientes bien dentro? Ese bajo...
2. El eléctrico romance de Lev Termen y la Diva del Éter de Pumuky: sombrías sensaciones envueltas en sutileza, no te fíes, no son la típica banda.
3. Kleen de Tupperwear: arrolladora electrónica, envolvente paradigma de lo inesperado, el misterio y el trance, todo llega.
4. Japoneses Dermoestética de Japoneses Dos: irreverencia y genialidad a partes iguales, no sabes si los quieres o los detestas, la cuestión es que no puedes parar de escucharlos. El disco se llama Rajoy, já.
5. True Love Story de Ruin Man: deliciosamente sórdidos con ciertos puntos decadentes, para degustar despacio, lento, como un buen tabaco...
6. Amaro de Juan Fierro: paisaje electrónico, ritmo y fluctuación, secuencias en un espacio para transitar, y subir bien alto, y viajar...
7. Me lo se de Brutalizzed Kids: radicalmente interesante, bestialemente abrasador, una fuerza descomunal.
8. Tírate (sácalo o escúpelo) de Cumbia Ebria: catarsis en forma de movimiento. Hay ocasiones en las que es mejor sacarlo todo afuera.
9. Read my lips-Ale Acosta Rmx de Fuel Fandango: el buen saber hacer de Alejandro Acosta, un conejero que triunfa por todo el mundo con este potente proyecto.
10. Keep it de Jorganes: enigmática atracción hacia lo desconocido, sugerente y embriagador. Se bebe solo.
11. Oymyakon de Bel Bee Bee: un recorrido por diferentes mundos de la mano de una voz lúcida y profunda.