La Federación de Productores Hortofrutícolas de la provincia de Las Palmas (Fedex) y la Asociación de Cosecheros Exportadores de Tenerife (Aceto) han finalizado la campaña de exportación de 2016-2017 con el envío de 76.574 toneladas de tomate, pepino, berenjena y calabacín.
En la reducción de la producción comercializada de tomate fuera de España pero dentro de la Unión Europea (Inglaterra y Holanda), influyó la disminución de la superficie cultivada en unas 36 hectáreas y la desaparición de la empresa tinerfeña Luz Teno (en este cierre influyó sobremanera el corte de la vía de acceso a Punta de Teno por un derrumbe de ladera, que mantuvo esa explotación incomunicada en un largo tiempo). Estos dos factores han contribuido al descenso de la producción exportada de tomate, que ha sido “ligero y atenuado”, afirman esas dos entidades comercializadoras provinciales. En total, en la zafra de 2016-17 se mandaron al continente unas 55.063 toneladas, cantidad menor que las 61.733 de la campaña anterior, 2015-16.
Tanto Fedex como Aceto valoran esa caída de 6.670 toneladas (menos 10,8%) de “contenido”, ya que, de no haberse realizado mejoras en las infraestructuras, seguro hubiera sido mucho mayor.
La tónica de los mercados en los meses de invierno, tanto en Reino Unido como en el continente, ha sido favorable, sobre todo para el pepino, que ha cosechado unos buenos precios desde los primeros envíos. Esta circunstancia se debe a la reducción de la producción de esa hortaliza por los productores peninsulares al concatenar tres zafras con pérdidas, sobre todo radicados en Andalucía y Murcia.
La producción de pepino se ha mantenido estable en Canarias pese a la disminución de la superficie cultivada. En esta campaña se han exportado un total de 20.799,1 toneladas, 1.125,6 toneladas menos que la zafra anterior. El mayor descenso se ha producido en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, en torno al 46,5%.
En cuanto al tomate, la campaña se ha catalogado de “provechosa”, tanto por los precios obtenidos como por los rendimientos y la calidad de la fruta. El tiempo meteorológico afectó a los cultivos y produjo incidencias derivadas del frío y del exceso de humedad por las lluvias. Sin embargo, estas circunstancias fueron bien diferentes de las padecidas en la Península y Marruecos, cuyas producciones se perdieron en un alto porcentaje o quedaron mermadas en su calidad.
Esa coyuntura provocó un gran desabastecimiento en los mercados europeos entre los meses de enero, febrero y marzo, en los que las producciones canarias cobraron un gran protagonismo al ser las únicas que mantenían los suministros y las calidades.
En la actualidad, los exportadores de tomate en Canarias tienen unas condiciones de apoyo público a este cultivo mucho mejores gracias a la próxima compensación del 100% en el transporte de mercancías de Canarias al continente, lo que les beneficia de lleno, y también a la entrada en vigor del segundo plan estratégico del tomate, donde se contempla una importante subida en la cantidad que se pagará a los productores por hectárea de cultivo. En ambos casos, se trata de mejoras introducidas por Nueva Canarias en su reciente negociación con el PP para apoyar los Presupuestos Generales del Estado para 2017.
A esos logros hay que unir el gran avance que se ha producido en los pagos de los apoyos directos integrados en el conocido como Posei adicional o de ayudas de Estado (financiadas al 50% entre España y Canarias), donde se halla el tomate y ya empieza a estar al día la Consejería de Agricultura, pese a que quedan por abonar los ejercicios de 2015 y 2016, a punto de convocarse, más el de 2011, que quedó muy atrás pero también se espera atender.