Las Chumberas ve la luz al final del túnel

Los habitantes de urbanización Las Chumberas (La Laguna) afectada por aluminosis recibieron esta mañana la noticia de que por fin se ha culminado el expediente de expropiación que permitirá la ocupación del suelo y el inicio de las obras de demolición y reposición de sus viviendas. Después de 11 años y a falta de la firma del contrato con la empresa adjudicataria responsable de ejecutarlas, los moradores de la urbanización ven la luz al final del túnel.

El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, anunció en rueda de prensa “el fin de esta pesadilla que se ha prolongado por más de 10 años. Hemos trabajado de forma silenciosa, sin hacer ruido ni hacer política con este tema, con todo el Gobierno municipal trabajando en equipo y de la mano”.

Luis Yeray Gutiérrez no quiso concretar un plazo para el comienzo de los trabajos, “pero este es el primer paso que hacía falta para iniciar las obras. Damos fin al expediente de expropiación, lo que nos permitirá ocupar el suelo y empezar de forma inminente. Este Ayuntamiento está entregado en cuerpo y alma a luchar contra la pandemia, pero no hemos parado de trabajar al tiempo desde la empresa Muvisa y la Gerencia de Urbanismo para desbloquear este problema”.

El responsable de la misma y concejal de Urbanismo, Santiago Pérez, coincidió con él en que “por fin se ha terminado el expediente de expropiación relativo a las obras de reposición de la primera fase de Las Chumberas. Este expediente se inició en octubre de 2016 y en diciembre de 2018 se adjudicó la obra, pero sometida dicha adjudicación a una condición que se iba a producir pero no se sabía cuándo: la obtención del suelo”.

Considera Pérez que “fue una adjudicación en barbecho, simplemente propagandística, a seis meses de las elecciones”.

Y recuerda que lo que se encontraron al llegar “fue un convenio vencido, que obligaba legalmente al resto de administraciones (Cabildo de Tenerife, Gobierno de Canarias y Gobierno del Estado) a reclamar el dinero que habían aportado para este proyecto, y un expediente de expropiación empantanado”.

Pero se pusieron “manos a la obra” y en nueve meses “hemos logrado que las demás administraciones aceptaran demorar en 4 años su obligación de reclamar el dinero y terminar el procedimiento expropiatorio. Es un expediente cargado de incidencias, que ha generado muchas complicaciones y que hemos decidido desgajar del expediente de realojo para que los vecinos puedan seguir optando entre una vivienda nueva o el justiprecio más allá de que hayamos ocupado el suelo”.

Ahora falta que la Intervención General del Ayuntamiento emita un informe y se apruebe por la Junta de Gobierno. Luego se abrirá un período de 20 días, en cumplimiento de la Ley de Expropiación Forzosa, para que se pueda ocupar el suelo y proceder posteriormente a la firma del contrato con la empresa adjudicataria para que comiencen las obras.

En la actualidad solo quedan dos familias por desalojar de esta primera fase, y aunque se cuenta ya con una autorización judicial para hacerlo, el Ayuntamiento avisa de que no se va a dejar a nadie en la calle y están trabajando en la búsqueda de una solución para ello.

Finalmente Rubens Ascanio, concejal de Bienestar Social, comenzó “agradeciendo la infinita paciencia que han tenido los vecinos en estos 11 años. Pero hoy da sus frutos uno de los principales empeños de este equipo de Gobierno municipal para dar respuesta a 600 familias de La Laguna”.

Ascanio, cuyo área ha colaborado en buscar recursos alojativos para las familias que sin tener derecho a realojo tampoco tenían recursos suficientes para encontrar una solución por su cuenta, remarcó que “ni en la peor de las crisis sanitaria, social y económica de nuestra historia el Ayuntamiento ha dejado de pensar en Las Chumberas”.

En la rueda de prensa telemática participaron también Ricardo González, portavoz de la comisión de seguimiento de Las Chumberas, que expresó que “hoy es un día en el que tenemos que felicitarnos todos después de 11 años”; y un portavoz de la plataforma Basta Ya, Alberto Ossa, que explicó que sólo habían pedido dos cosas al alcalde: que no les mintieran y que no informaran a los vecinos a través de los medios de comunicación. “Y con las dos han cumplido”, finalizó.