El Plan Director de los Charcos de Marea, que promueve la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias, viene generando una gran controversia en los últimos días. El objetivo de esta iniciativa es adecuar y potenciar un total de 117 piscinas naturales para hacerlas más accesibles para los turistas, una meta que no le ha hecho gracia a casi 10.000 canarios que ya han firmado una petición publicada en la plataforma change.org y en la que se pide “no tocar” los charcos en las islas.
Los firmantes consideran que acometer cualquier obra provocaría un daño “irreparable” en determinadas zonas del litoral que “suponen un refugio para la biodiversidad marina y terrestre”. Esta opinión es compartida también por varios políticos de las islas que ya se posicionan en contra de este proyecto. Es el caso del alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, que este sábado se mostró tajante en un comunicado de prensa: “Esta propuesta no concuerda con la línea de desarrollo que hemos planteado desde hace dos años en el Ayuntamiento”.
Precisamente es en la costa lagunera donde se valoran los primeros charcos para su adecuación turística y donde está previsto un desembolso aproximado de 6.174.500 euros para realizar mejoras en 27 piscinas naturales de Punta del Hidalgo y una de Tejina, tal y como se puede comprobar en un pliego del proyecto al que ha tenido acceso este periódico. De estos 28 charcos, solo dos presentan estructuras previas para su uso como zona de baño, explican fuentes municipales.
El documento es un análisis de la situación actual del litoral y los posibles cambios a realizar. Se valora, por ejemplo, que no hay zona de aparcamientos cercana a los charcos, que estos no están bien señalizados y que faltan áreas de estancia, basura o usos complementarios.
Para solucionar estas deficiencias, desde el Gobierno regional proponen organizar bolsas de aparcamientos estratégicamente colocadas y señalizadas. “Actualmente los coches recorren el litoral sobre un camino de tierra hasta llegar al charco en el que deciden parar, se deja el coche en un lateral de la vía, formándose en algunos puntos pequeños agrupaciones de aparcamiento”, se describe en el documento.
Además, se propone colocar un vestíbulo de entrada para “poner en valor” la zona de transición entre los aparcamientos y el acceso a los charcos, “dignificando este punto con una ampliación de este espacio tratándolo como un paseo mirador”. El plan busca crear un espacio mayor, con una señalización adecuada que marque la entrada hacia las piscinas naturales.
Asimismo, se quiere crear un paseo litoral para los peatones que “en su parte interior permita el acceso rodado, de forma que si en el futuro puede prescindirse del coche, ese espacio se incorpore al peatonal inmediatamente, sin obras necesarias”, apuntan.
En cuanto a la zona de estancia, se remarca que los charcos son “muy naturales” en estos momentos y que esto es “una gran oportunidad para que las intervenciones sean muy respetuosas con el entorno mediante elementos ligeros evitando la construcción con bases de hormigón”, explican. Así las cosas, lo que se propone es la redacción de un proyecto completo del litoral para conocer la orografía de la zona y “resolver los accesos y las zonas de estancia con estructuras fácilmente desmontables, bonitas y de gran durabilidad”.
En cuanto a la tipología de los charcos, exponen, no se demanda ningún uso complementario, a excepción de un servicio de socorrismo “si el uso llega a intensificarse”.
El Charco de La Arena no se contempla en el plan
El grupo municipal de Unidas se puede en el Ayuntamiento de La Laguna manifiesta su rechazo al proyecto plasmado en el Plan Director de los Charcos de Marea. “Llama la atención que no se aborde la realidad del Charco de La Arena, espacio privatizado durante demasiadas décadas y que actualmente está sin concesión de Costas y que, ese sí, debe ser recuperado para su uso público”, critican.
“La costa de La Punta del Hidalgo es además un lugar de altísimo valor ecológico, con la mayor biodiversidad marina del Archipiélago, generándose una afección irreparable si, como se pretende en el Plan, se opta por un modelo que apueste por alterar el entorno para adaptarlo a las necesidades de una actividad turística que ya ocupa y daña demasiados espacios naturales de Canarias”, continuan en un comunicado.
Además, Unidas se puede critica que el Plan plasma ideas que “chocan frontalmente” con las acciones que se han respaldado desde el Gobierno local, como la limitación del acceso rodado al camino, planteándose que mientras no haya otras alternativas de acceso “el coche debe seguir pasando para fomentar el uso de los charcos”. “Esto supone todo un despropósito realizado de espaldas al Consistorio, que apuesta por un uso sostenible de este espacio y protegerlo ante cualquier actividad masiva”, concluyen.