Guillermo Graham, el alcalde que quiso tirar el hotel de la ola gigante: “Si el PSOE no hubiera perdido las elecciones, el Mar y Sol estaría derribado”
“Yo ya advertí hace 30 años que el edificio Mar y Sol no debía estar donde está, y cuando perdí las elecciones, en 1995, teníamos un proyecto que pagaba el Gobierno estatal para derribarlo, con el consenso del propietario de casi el 90% de los apartamentos, que era suizo, al que se le pagaba medio millón de pesetas por cada uno”. Así ha evocado este martes Guillermo Graham, exalcalde de Tacoronte, las gestiones que su equipo de gobierno impulsó para demoler el inmueble de Mesa del Mar que desde el pasado fin de semana es noticia porque grandes olas causaron destrozos en sus tres primeras plantas. El vídeo que capta ese momento se ha hecho viral.
En declaraciones a COPE-Tenerife, el exregidor municipal se mostró seguro de que, “si no hubiera perdido aquellas elecciones, en dos o tres años habríamos tenido en ese lugar de la costa un espacio público interesante”, pero el gobierno que le sucedió, de ATI (luego llamada Coalición Canaria -CC-), decidió dar marcha atrás al proyecto de recuperación del domino público.
Tal y como publicó este lunes Tenerife Ahora, el inmueble, del que tuvieron que ser desalojadas 65 familias el pasado fin de semana por la amenaza del mar, se halla prácticamente fuera del dominio público, el cual invade solo en dos esquinas, si bien buena parte de la parcela sí se encuentra en servidumbre de tránsito y de protección de esa franja pública. Y esto es así por deslinde consolidado por orden ministerial desde 2013.
Se construyó como hotel en los años setenta, en un complejo turístico encaramado en un acantilado y sobre una estrecha franja rocosa, que gozó de la bendición del régimen franquista, pues fue inaugurado en 1967 por el propio Manuel Fraga Iribarne, ministro de Turismo de la dictadura.
En cualquier caso, el exalcalde socialista sigue pensando, como hace 23 años, que “ese edificio es un atentado contra el litoral, y no está en condiciones de mantenerse mucho tiempo, por lo que tendrá que desaparecer”.
Graham es consciente de que es preciso indemnizar, pero subraya que “muchos de los propietarios actuales compraron apartamentos engañados por los especuladores que en su momento hicieron una campaña mediática muy grande para sacarnos del Ayuntamiento, porque luego vendieron por 3, 4 o 5 millones de pesetas, y sin cambiar nunca el uso turístico a residencial”.
Recuerda el exmandatario que en 1988, en la famosa feria de turismo Fitur, en Madrid, se encontró con que allí se ponía como ejemplo de lo que no se debía permitir en la costa los casos del Mar y Sol y el hotel El Médano, este en la costa de Granadilla (también en Tenerife).
Aquello le impresionó, y el gobierno que presidió entonces “hizo una labor interesante para hacer un proyecto en toda esa costa para preservar el dominio público, eliminando el chabolismo [ya ha desaparecido en la zona], pero también queríamos eliminar las construcciones grandes como esa”.
Para tal propósito destaca que tenía entonces el pleno apoyo de la Dirección General de Costas y del Ministerio de Obras Públicas, y se llegó a disponer de un proyecto de demolición del Mar y Sol realizado por el arquitecto Javier Domínguez Anadón. “El Ministerio pagaba el derribo, y lo privado revertía a público, pues toda la costa deber ser pública”, apostilla Graham.
Lo de “esta zona es una pena, pero podía haber sido diferente a lo que es hoy; el tiempo pondrá a cada uno en su sitio en este asunto”, concluye el exgobernante tacorontero del PSOE.