El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, señaló este jueves que el “complot” que se le ha atribuido para favorecer a los empresarios areneros condenados por la extracción de áridos en Güímar ya ha quedado “diluido”.
En una rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos adoptados en el Consejo de Gobierno, Alonso comentó que resolver la ordenación de los barrancos “es un problema difícil de solucionar” que lleva más de 40 años de espera, hasta el punto de que “no ha sido fácil” que la Mesa del Parlamento calificara la proposición de ley que impulsó el Cabildo, para lo que se ha tardado más de un año.
Por ello, ha comentado que desde la corporación insular se va a “desplegar” toda la “capacidad de convencimiento” para contar con el apoyo de los grupos parlamentarios y demostrarles la necesidad de “restaurar y prohibir la extracción” en esa zona, un “deseo” del pueblo de Güímar y de la isla.
Alonso cuenta ya con el aval del Grupo Nacionalista (CC, su partido) y da casi por hecho que la propuesta sea secundada por PSOE y Podemos, gracias al trabajo que están realizando los grupos insulares por explicar el proyecto a los diputados autonómicos.
En principio, no espera el apoyo del Grupo Popular, ya que el PP tinerfeño se desmarcó a última hora de la iniciativa, pese a que la había apoyado inicialmente, por entender que frenará el desarrollo económico del municipio.