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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

En memoria de Juan Carlos Alemán*

Santa Cruz de Tenerife —

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La vida es solo un rato, es solo un paso

Será muy complicado asimilar este adiós repentino de nuestro compañero Juan Carlos Alemán, una persona cabal y con mucho sentido común, abierta, afable, un viajero incansable y con el que era posible llegar a entendimientos y acuerdos.

Firme en el debate, exquisito en el trato, buen orador y mejor oyente. Las calles de La Laguna añorarán sus paseos vespertinos, como nosotros le echaremos de menos.

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria, estudió Magisterio en la Universidad de La Laguna. Fue concejal de los ayuntamientos de Garachico y La Laguna en diferentes periodos, además de consejero del Cabildo Insular de Tenerife y de miembro del consejo de administración de Casinos de Tenerife.

Secretario general de los socialistas canarios entre 1997 y 2007, en 1995 fue elegido diputado del Parlamento de Canarias por la circunscripción de Tenerife, elección que revalidó hasta el año 2011, pasando a ser, por nombramiento del pleno parlamentario, auditor de la Audiencia de Cuentas de Canarias, puesto que ha desempeñado hasta la actualidad en el área de Cabildos.

Fue un hombre tenaz en sus aspiraciones, y mantenía muy buena relación con todos los empleados de la Audiencia, con los que pasaba mucho tiempo conversando y con los que compartía sus ocurrencias y su gran sentido del humor.

Era un fanático de la tecnología, intentando estar siempre a la última. Por ello, entre otros motivos, ocupó la Presidencia de la antigua Comisión de Informática de la Audiencia y colaboró activamente en la renovación de los terminales y la infraestructura informática de la institución. Fue decisivo en nuestra propia renovación y en nuestro mayor acercamiento a esta sociedad cambiante, en definitiva.

Muy interesado en el análisis del contexto político, social y económico en el que vivimos, mantenía muy buena relación con los miembros del Parlamento gracias a su paso por la Cámara regional, de la que siempre tenía buenos recuerdos y buenas palabras para sus excompañeros.

De hecho, participó en el trámite parlamentario de 16 presupuestos de la Comunidad Autónoma de Canarias e intervino en ocho debates de la nacionalidad canaria y tres de investidura. También fue responsable del plan director para el desarrollo del Parlamento, obras de mantenimiento y modernización de la Cámara, nuevo planeamiento de accesos, además de su plan de informatización y modernización, que produjo un cuantioso ahorro a las arcas de la institución. Igualmente, fue miembro de la Diputación Permanente 16 años, y de 29 órganos parlamentarios a lo largo de su vida.

Hoy, tristemente, nos toca recordar su intensa trayectoria profesional en la política canaria, lo que, sin duda, recordaremos como un gran legado de proyectos y metas por la innovación y por la mejora de los servicios públicos, todos ellos, impregnados por su especial nobleza y humanismo.

Deja un vacío muy difícil de ocupar, del que nos costará a todos, tanto a los miembros del pleno de la Audiencia de Cuentas como a los empleados, recomponernos.

Gracias por todo lo que dejas en esta casa.

Hasta siempre, compañero. Hasta siempre apreciado Juan Carlos.

(*) Los miembros del pleno de la Audiencia de Cuentas de Canarias