El Ayuntamiento de La Victoria aprobó este viernes, con los votos de Coalición Canaria (CC) y el Partido Popular (PP), en un ambiente muy tenso y en un abarrotado salón de plenos en el que se escucharon reproches e insultos, la moción de censura contra el alcalde, Fermín Correa, con la que se pone fin a una etapa de “desgobierno” según los proponentes de la moción.
Correa, concejal no adscrito y expulsado el pasado año del PP tras pactar con el PSOE y no con CC, como quería la dirección de su partido en Tenerife, pierde así la Alcaldía a la que accedió tras las últimas elecciones autonómicas y locales con el apoyo de los socialistas.
El pleno se inicio con la composición de la mesa de edad: el concejal de mayor edad de la corporación, Francisco González, y el concejal más joven, Eduardo Cruz, ambos de CC. Al primero le correspondió presidir el pleno y mantener a raya los ánimos de los presentes, tanto del aireado público como de algunos concejales que perdieron los nervios, y también las formas.
Algunos de los dirigentes de los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento, entre ellos Rosa Dávila (CC), Manuel Dominguez (PP), y Aurelio Abreu y Gustavo Matos (PSOE), seguían atentamente el acontecer del Pleno, y en la calle protestaban las vecinas y vecinos que no pudieron acceder a la planta alta del Consistorio porque no estaban inscritos en el listado de las personas que previamente habían solicitado el acceso, y además estaba a tope el salon de plenos.
Los firmantes de la moción de censura la justificaron en la situación de “descobierno” que vive La Victoria, un municipio que requiere de “políticas renovadoras y modernas” para el comercio, el sector primario o el transporte. “Es un clamor social la necesidad de renovar las políticas sociales”, indicó el presidente de la mesa, que dio lectura al texto.
Tras la secretaria de la corporación municipal, que aseguró que la moción de censura cumple los requisitos exigidos en la normativa vigente, Haroldo Martín apuntó que CC y PP llegaron a un acuerdo para gobernar en coalición tras los últimos comicios, que desoyó Fermín Correa, quien acabó pactando con los socialistas. “No se puso por delante los intereses de los vecinos ni se negoció un gobierno”, afirmó Martin, motivo por el que el presidente del PP tinerfeño tomó la decisión de expulsar a Fermín Correa del partido.
Durante la intervención de Haroldo Martín, que señaló que el acuerdo entre Fermín Correa y el PSOE ha sido “un pacto de perdedores”, el presidente de la mesa tuvo que hacer una llamada al orden en varias ocasiones, advirtiendo incluso que desalojaría a los que ni siguieran sus indicaciones. Martín dijo también que en los últimos ocho meses en La Victoria “ha habido una parálisis total, y se desconoce quién es el alcalde y quién manda” en este Ayuntamiento.
Por su parte, Fermín Correa dirigió sus críticas no solo al que fue compañero de filas, Leopoldo Díaz, contra el que arremetió con dureza y llamo “traidor”, sino también al presidente del PP tinerfeño, Manuel Domínguez, del que dijo que es un “iluminado” y al que acusó de estar detrás de la moción de censura. Así, invitó a Dominguez, también alcalde de Los Realejos, a ocuparse de los asuntos de su municipio. “Manuel Domínguez, usted es la mano que mece la cuna”, apostilló.
Correa intentó en vano que la moción de censura no saliera adelante y preguntó a la secretaria de la corporación si todas las firmas del documento eran válidas puesto que cuando se firmó la moción de censura, dijo, uno de los concejales no se hallaba en la isla. Este último aspecto fue negado por la secretaria, quien aseguró la autenticidad de las firmas.
En su intervención, los socialistas fueron muy duros con el concejal del PP, Leopoldo Díaz, con el que gobernaban hasta hace pocos días. Juan Antonio García criticó “los intereses particulares del concejal del PP, su falta de palabra y su incapacidad para gobernar este pueblo”.
Entre aplausos del público, el edil socialista recriminó a CC la deuda de 1,6 millones de euros en facturas pendientes de pago que dejó en el último mandato y aseguró que el gobierno de CC y PP hará de La Victoria un lugar más “inhóspito”, en el que los vecinos tienen hoy en día temor a manifestar sus opiniones, dijo.
El último en tomar la palabra antes de las votaciones fue Leopoldo Díaz, la llave que permite a los nacionalistas gobernar en La Victoria, quien aseguró que el pacto suscrito con el PSOE el año pasado fue un “error”. Aseguró que anteriormente recibió propuestas para presentar la moción de censura, a las que se negó mientras Correa representara al PP. “Fermín Correa ya no milita en el PP y creemos que es el momento de acabar con un tiempo de incertidumbre y mentiras”.
Además recriminó a su excompañero de partido las manifestaciones que ha hecho acerca de su persona en los últimos días, que han provocado, según aseguró, que aparecieran pintadas de rojo en las paredes de su casa.
La moción de censura fue aprobada con los votos de los 6 concejales de CC y el voto del único concejal del PP, Leopoldo García, quien tuvo que escuchar cómo le llamaban “traidor” durante la sesión plenaria. Votaron en contra los 5 concejales del PSOE, más el que ha sido alcalde hasta hoy, Fermín Correa.
Con el Pleno de este viernes, CC recupera la Alcaldía que ostentó durante los cuatro años del anterior mandato municipal y pone fin a la segunda moción de censura que se presenta en la historia de La Victoria. La anterior fue en 1996 a propuesta, como recordó el concejal socialista Manuel Hernández, por los mismos partidos políticos, CC y PP.